La primera jornada del paro de 48 horas convocado por la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios Histórica (Conaduh) “tuvo una alta adhesión en todo el país”, afirmó a AIM la secretaria general del Sindicato de Trabajadores de la Docencia Universitaria (Sitradu), Sofía Cáceres Sforza, quien señaló que las medidas se profundizarán, ya que consideran que la propuesta que realizó el gobierno nacional es una burla a la docencia universitaria y preuniversitaria.
Hoy se inició el segundo paro de 48 horas votado en el plenario de Secretarios Generales de Conaduh, “con elementos nuevos que son que las asociaciones de base de la otra Conadu se sumaron a la jornada de lucha, porque entienden que la situación no da para más, sobre todo, porque ayer en la segunda reunión paritaria el gobierno volvió a dilatar y burlarse del reclamo de la docencia universitaria y preuniversitaria”, dijo Cáceres Sforza a esta Agencia.
Al respecto, contó que la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) “dijo que el Ministerio podría analizar adelantar la cuota del diez por ciento de septiembre a julio y revisión en agosto, es decir, no hay una propuesta de aumento del porcentaje (que es lo que reclamamos) sino sostener el 41 por ciento, simplemente adelantando las cuotas y proponiendo una revisión en agosto”, por lo que la posición del gobierno “va, claramente, en contra de nuestro reclamo y de la realidad misma, ya que se plantea una inflación por encima del 23 por ciento y la docencia universitaria recibió solo un 13 por ciento y no tiene previsto recibir más aumento hasta el mes que viene”.
Además, advirtió que las cuotas “no son acumulativas, por lo que siempre quedamos perdiendo, muy por atrás de la inflación”, y señaló: “Otros sindicatos tuvieron un reconocimiento, aunque sea, de un piso mínimo del 60 por ciento y la docencia universitaria sigue siendo bastardeada por el gobierno nacional y las gestiones”.
Ante este escenario, la politóloga consideró que “es sumamente necesario seguir organizándonos y dando la pelea, porque es evidente que no hay otra forma de enfrentar el ajuste votado por el gobierno, ratificado por la oposición y pedido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), con la complicidad de las gestiones de las universidades, que callan este ataque directo a la educación pública por la falta de presupuesto, salarios dignos y condiciones laborales”.