El avance del urfascismo de forma global tiene su impacto en el interior. En Entre Ríos, la propuesta Políticas para la república logró un caudal importante de votos que expone crudamente que la derecha católica se organiza y busca representatividad en los hemiciclos.
“Se trata de un espacio con fuerte arraigo a la comunidad católica”, anuncian alegremente los referentes, quienes buscan oponerse a los protocolos de aborto no punible y militan activamente en contra de la Educación Sexual Integral (ESI) y otros derechos adquiridos por la comunidad LGBTQ+, ya que promueven en su plataforma “preservar la escuela y la familia como las instituciones fundamentales para el desarrollo integral de la persona humana, a la luz de la trascendencia y los valores morales”.
El partido Políticas para la república es una propuesta reaccionaria impulsada por el ala conservadora de la Iglesia Católica, vinculada con el Partido Popular Europeo y partidos demócrata-cristianos. Sus principios están basados en el magisterio de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
“Nuestro lema es ética, saber y voluntad”, argumentan en sus comunicaciones institucionales, y exponen principios que adhieren abiertamente al magisterio de la iglesia. “No somos de derecha, ni de izquierda, ni del centro. Nuestros principios no se basan en ideologías, ni en el relativismo ético, ni en el materialismo económico. Creemos en la trascendencia y en el bien común". Precisamente, la idea de trascendencia es un principio metafísico que corre el debate político, en clara sintonía con la posición de la iglesia que rechazó “las ideologías totalitarias y ateas asociadas en los tiempos modernos al ‘comunismo’ o ‘socialismo’. Por otra parte, la Iglesia Católica “rechaza en la práctica del ‘capitalismo’ el individualismo y la primacía absoluta de la Ley de mercado sobre el trabajo humano (cf CA 10. 13. 44)”.
En ese marco, desde Políticas para la república proponen “preponderar el desarrollo de la persona humana como fin del estado, remarcando la integridad y la dignidad de la persona como máximos bienes a tutelar a la luz de la justicia y la verdad”, ejes que plantean las ideas de “luz” y “verdad” como el “verbo encarnado” de la iglesia católica. Sería una ingenuidad creer que las coincidencias son accidentales o que se trata de meras "afinidades electivas", sobre todo si tenemos en cuenta que uno de los principales referentes de la fuerza de derecha trabajó en la Conferencia Episcopal Argentina, en la Universidad Católica y en el ministerio de Derechos Humanos y Seguridad de la Nación, y que su clara posición reaccionaria fue apoyada por una escuela pública de gestión privada y en las redes sociales por grupos de católicos, que militaron abiertamente en contra de partidos y candidatos que apoyan el aborto no punible, la IVE, la ESI e ideas de izquierda.
Pero, a diferencia de agrupaciones o candidatos que intentan capitalizar el descontento con la política tradicional mediante un discurso abiertamente retrógrado, Políticas para la república apela a un "republicanismo" light que oculta mucho más de lo que muestra. Lo que este proyecto político que ya tiene más de ocho años no puede (ni quiere) esconder es su intención de seguir sumando votos.
En un curioso gesto que se aparta de la estrategia comunicacional y de su (pretendido) “no lugar” ideológico, otro de los militantes de la agrupación se anima a revelar su segregacionismo en un mensaje para los argentinos no croatas: “El amor de los croatas por su hogar, su coraje, entrega y protección de Dios fueron más fuertes que las ansias de exterminio y ocupación del agresor y las potencias que colaboran con ellos. Por eso la pasión de representar su nación en cuanto espacio haya. Así se vive ser croata”. La referencia a la divinidad (y demás tópicos de derecha, como “la patria y el hogar”), tan cuidadosamente suprimidas durante la campaña, afloran cuando menos lo esperábamos. Cosas de la fe… Y de la política.
Por: Renzo Righelato y Juan Rizzo, para AIM.