Argentina vive tiempos muy graves “para el presente y el futuro”, afirmó a AIM el contador Luis Lafferriere, impulsor de una cátedra abierta por un Mundo Nuevo, consideró que “esta vez sí vienen por todo. Y si no hacemos algo, no habrá vuelta atrás. Es una masacre social sin precedentes, porque una cosa era hacer un ajuste en las políticas económicas, cuando había un tres por ciento de la población en pobreza, y otra cosa es hacer un ajuste –entendido quitarle ingresos a la mayoría- con el 50 por ciento de la población. Eso significará una potenciación de las condiciones de pobreza y de hambre”.
Lafferriere, que fue profesor de Economía Política en varias universidades durante casi 40 años, entre ellas, la Uner, la UBA y la UNL, y ahora, impulsor de una cátedra abierta por un Mundo Nuevo, fue crítico al recordar al ex presidente Carlos Saúl Menem, en quien, consideró, se inspiró el presidente Javier Milei. “En ese caso yo diría que estábamos mal, como decía un expresidente, que creo que inspiró al actual presidente a hacer los desastres que está haciendo, que decía estamos mal pero vamos bien (Menem). Los argentinos estábamos mal, porque veníamos mal con los distintos gobiernos anteriores en el país, a lo largo de este siglo, veníamos cayendo casi sin pausa, de gobierno a gobierno. Es decir, cayendo en términos económicos y sociales, lo que significa en las condiciones de vida de la población y de sustento material del ambiente y el territorio”.
Lafferriere aclaró que esa es su mirada desde el punto de vista de la economía política. “Es decir, si la economía está generando bienes y servicios que permitan vivir dignamente a la población y sin afectar los recursos para las generaciones futuras, esa es la lectura que yo hago; para otros la economía es otra cosa, es el marco para generar riquezas y enriquecerse indefinidamente. Aclaro, porque si no decimos desde dónde leemos la realidad, podemos estar discutiendo cien años”.
Cada vez más al fondo
En diálogo con esta Agencia, el contador especificó que, en su análisis, observó cómo caían las condiciones de vida y que “cada vez teníamos mayor cantidad de población viviendo en la pobreza y en la indigencia; cada vez teníamos más millones de argentinos pasando hambre; cada vez teníamos más millones de argentinos en edad de trabajar pero con trabajo precario o sin posibilidad de conseguir empleo digno. Esto es lo que venía pasando y esto se venía agravando en 2023”.
Zona liberada
Y se preguntó: “Esto, ¿pasa por qué? ¿Porque tuvimos una guerra, porque tuvimos terremotos en todo el territorio, porque está ocurriendo una fatalidad histórica? ¿porque no tenemos recursos? Yo siempre aclaro: somos un país con apenas, en cantidad de habitantes, 46 millones sobre más de 8.000 millones que viven en el mundo; somos poquitos y tenemos uno de los territorios más ricos y más extenso del planeta, con capacidad para generar recursos, alimentos, bienes en la población actual, energía limpia abundante. Tenemos todos los recursos, somos poquititos, y somos inmensamente ricos; pero el problema es que nos saquean cada vez más. Nos saquea un poder muy concentrado, voraz, que tiene que ver con el capital financiero más inescrupuloso del planeta y con las corporaciones más saqueadoras, que han tenido en los distintos gobiernos las puertas abiertas, es decir, zona liberada para que hagan lo que quieran”.
Y dale, que el pueblo aguanta (eligió lo peor)
Para el docente, “fue un proceso donde la sociedad iba lentamente soportando esta situación, como el cuento de la rana que se pone en agua caliente, se la va calentando lentamente, se va adaptando, adaptando, hasta que se muere; si la ponen de golpe en agua hirviendo, salta. Acá, el poder argentino fue cayendo lentamente por el precipicio y cada vez eran mayores las cantidades de sectores afectados. Entonces, la población, cansada de esto, inclusive de gobiernos de distintos signos que iban empeorando las condiciones de vida, y las condiciones del ambiente, la depredación de los recursos, el saqueo, la contaminación, dijo: 'opto por una figura que parecía que iba a cambiar todo, que iba a cambiar y que iba a detener Y eligió el cambio, pero eligió lo peor de lo peor; es decir, aquel que convocó a los representantes, a los funcionarios de gobiernos que eran la lacra más grande que habían tenido gobiernos como el de Menem, como el de (Mauricio) Macri, como el de los propios K. Es decir, acá se habló de terminar con una casta y resulta que la peor casta que hemos sufrido en los últimos 25 y 30 años, está gobernando”.
Y fustigó: “El propio presidente, y lo digo porque no es una anécdota, dijo abiertamente: por ejemplo, que (Luis) Caputo, el “Toto” Caputo era un delincuente, un corrupto, que había permitido, siendo funcionario de Macri.-, que se volaran 15 mil millones de dólares y además, endeudó al país por casi cien años; es decir, dijo, era un delincuente, lo criticó abiertamente. Y (Milei) ahora lo convocó, está a cargo de la economía del país, un hombre que estuvo entregando los recursos de Argentina a los sectores financieros especulativos más parasitarios y voraces. O sea, esto es lo que nos está gobernando”.
Estábamos mal, pero estaremos peor (si no reaccionamos)
Lafferriere insistió en que el país estaba mal con lo que venía haciendo el gobierno anterior, pero aclaró que ahora “es peor este gobierno, que va mucho más allá porque nos está llevando al abismo a una velocidad sin precedentes”.
Para el profesional, “es importante tomar conciencia de la gravedad inédita de la situación que vivimos los argentinos, porque si nosotros analizamos el conjunto de medidas que se incluyen tanto en el famoso DNU, como en la Ley Ómnibus, son medidas que apuntan a generar, profundizar o multiplicar las condiciones pésimas de vida de la población”.
Masacre social “sin precedentes”
Sin pelos en la lengua, Lafferriere llama a esa situación “masacre social sin precedentes, porque una cosa es hacer un ajuste en las políticas económicas, cuando teníamos hace varias décadas tres por ciento de la población en pobreza, y otra cosa es hacer un ajuste –quitándole ingresos a la mayoría, al 50 por ciento de la población, porque esto va a significar una potenciación de las condiciones de pobreza y de hambre”.
En el ambiente, igual
Además, consideró que la situación de depredación se repite también en el ambiente: “El modelo que yo digo de extractivismo depredador que venimos padeciendo en la Argentina, soportando desde hace ya casi tres décadas, está afectando la sustentabilidad de nuestros recursos; es decir, está afectando el suelo, está afectando los acuíferos, está afectando el aire, está depredando el territorio cada vez más. Y este plan, lo que hizo es potenciar ese proceso de depredación con el objetivo de generar recursos, exportar esos recursos para generar dólares para pagar intereses usureros y el capital, por una deuda fraudulenta que jamás pidió el pueblo argentino, pero que, sin embargo, la pagó más de diez veces y ahora debemos cada vez más. Entonces, el panorama, lamentablemente no es el mejor”, cerró.