Las izquierdas en Entre Ríos están dispersas y enfrentadas.  Algunos espacios políticos se construyen como alternativas trotskistas, otros se suman a propuestas menos puras para derrocar al macrismo, confirmó AIM.  

El Frente de Izquierda, el Nuevo Mas, el Partido Socialista (PS), el Partido Comunista (PC) y el Partido del Trabajo y el Pueblo (PTP) apuestan a proyectos diferentes. Unos pretenden superar las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) para competir en octubre como el FIT y  el Nuevo Mas o el PS, mientras que el PC y el PTP (arma política del Partido Comunista Revolucionario) adhirieron a la campaña que lleva como precandidatos a Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

La atomización de la izquierda es ya moneda corriente. Unos se presentan como “puros” y sostienen un núcleo duro impenetrable mientras otros apuestan al diálogo y sellan alianzas constantes con diferentes partidos con plataformas base.

En Entre Ríos el armado del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) Unidad lo llevó adelante el MST que no negoció a sus perennes candidatos Nadia Burgos y Luis Meiners. Es que el FIT Unidad solo selló una alianza con algunos militantes del Partido Obrero y excluyó -como en las elecciones provinciales- a referentes históricos de Izquierda Socialista (IZ) como César Baudino. Así, el FIT Unidad presenta una alternativa que no contiene a todo el arco de la izquierda trotskista.  Pero, además, ahora se le sumó un nuevo escollo, ya que el Nuevo Mas logró personería provincial y apuesta a pasar las Paso con candidatos propios que le podrían corroer el piso histórico que maneja la izquierda en la provincia.

Por su parte, el PC y el PTP consolidan su alianza con el peronismo que lleva como candidatos a Fernández-Fernández. Algunos cuestionan esta decisión y otros la aplauden. Es que el PC y el PTP argumentan que se aliaron con los peronistas para poder derrocar al gobierno de la alianza de derecha Juntos por el Cambio.

Durante el kirchnerismo el PC sostuvo un apoyo incondicional a las políticas de Cristina Kirchner, por lo que su militancia no sorprende ahora.  No es el caso del PTP, que antes cuestionaba las políticas del kirchnerismo y ahora se sumó con el fin estratégico de derrotar al modelo económico de Macri que repliega fuertemente el Estado y descarga un brutal ajuste sobre los trabajadores.

Por su parte el PS negoció una camaleónica rara alianza con Roberto Lavagna, después de ser derrotado en reiteradas oportunidades con frentes que fueron rotando de partido en partido.

Las alianzas de las izquierdas demuestran la diversidad del pensamiento político de los partidos que no logran interpelar a los trabajadores, ya que el peronismo robó en Entre Ríos el sujeto político, sobre todo, porque no existen cordones industriales donde interpelar a los obreros y porque la mayoría de la población trabaja para el Estado y milita en gremios fuertemente ligados al justicialismo.

Tampoco las universidades son ya bastión, ya que la izquierda perdió sucesivas elecciones y no maneja ya los centros de estudiantes que ahora están en manos de alianzas vinculadas, también, al peronismo.

Así está trazada la cartografía provincial de la izquierda, donde unos apuestan a sostener figuras, otros proyectos y, otros, simplemente a no desaparecer.  La dispersión de las izquierdas por el “purismo” de unos u “estrategia” de otros no permite hacer un verdadero frente que tenga como núcleo ideas socialista, feministas, ecologistas y anticlericales.