Al haberse producido un desmantelamiento de políticas y organismos de lucha contra las violencias, la referente del feminismo entrerriano, Lucy Grimalt, analizó para AIM la lucha de los colectivos de mujeres, feministas y de derechos humanos en los últimos 40 años en Argentina. “Ante la realidad trágica se observó la importancia de la presencia del Estado con una política activa, fundamentalmente de promoción de derechos humanos y de prevención de estas situaciones”.
“Está más que comprobado que hay colectivos que sufren violencias, están en situación de riesgo y cuando es con una pareja es el más extendido, están en situación de riesgo por su condición de mujer o su orientación de género no hegemónica. Ante esta realidad trágica se observó la importancia de la presencia del Estado con una política activa, fundamentalmente de promoción de derechos humanos y de prevención de estas situaciones”, analizó Grimalt.
Para esto, “organismos del Estado trabajan en la promoción de los derechos humanos, de las mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries, en la prevención de cualquier tipo de violencia y discriminación hacia estos colectivos y en la asistencia cuando ya han ocurrido episodios donde estas personas han sido víctimas de diversos tipos de violencias en diferentes ámbitos”, explicó a esta Agencia.
“El movimiento de mujeres, feministas, de derechos humanos desde la recuperación de la democracia en Argentina vinieron planteando, poniendo en agenda, trabajando en la conciencia social y política para hacer visible estas situaciones, separar lo que en un momento se llamaba crimen pasional que hace menos de 20 años se lo puede identificar con una palabra precisa que es femicidio”, consideró y agregó que: “Dentro de la palabra violencia hay diferentes colectivos que son atacados, las violencias hacia las mujeres son concretas por su condición, o hacia las lesbianas o personas trans por su orientación sexual, porque no entran dentro del deber ser de una sociedad patriarcal”.
La militancia activa que vienen desarrollando las feministas, movimientos de mujeres y de derechos humanos en Argentina y América Latina en los últimos 40 años “fue poniendo el tema en agenda, fuimos demostrando con estadísticas que el 70 por ciento cuando se realizaban denuncian en el caso de una pareja era la mujer la que estaba en situación de violencia y no el varón; poder establecer que la violencia psicológica también hay que considerarla, como la económica, sexual, que también ocurren dentro de una pareja. Una relación sexual tiene que ser siempre consensuada aunque sea con tu propia pareja porque nadie es dueño del otro a pesar de que exista un vínculo contractual como es el matrimonio”. Para llegar a la actual valoración “hubo muchísimo trabajo que se fue plasmando en lo que conocemos como teorías de género, se fueron buscando las causas de por qué las mujeres dentro del ámbito doméstico estaban en situación de vulnerabilidad, se fue poniendo en la agenda y haciendo visible todo lo oscuro que son las situaciones de abuso y violencia sexual que en muchos casos sufren las niñas mayoritariamente, aunque también los niños, y adolescentes que al no tener voz, al sufrir una desigualdad etaria eso estaba totalmente oculto y es una de las grandes tragedias que tenemos como seres humanos”.
Grimalt remarcó que “se vino haciendo un trabajo muy intenso de diversas formas, desde el punto de vista académico y teórico, pudiendo conceptualizar todo esto; y desde el aspecto práctico las mismas feministas y organizaciones de mujeres proponiendo diversas estrategias de prevención por un lado y de asistencia por el otro, como son no trabajar solamente las situaciones desde una atención terapéutica individual sino en grupo, en forma colectiva”.
“Hubo muchísimo trabajo hasta poder poner en agenda recién a mediados de los `90 con las primeras legislaciones y después a partir del 2003 la sociedad y el Estado fueron tomando esto, los Gobiernos fueron tomando estas agendas con legislación y políticas públicas que se implementan desde Nación, las provincias y los municipios”.