La presidenta del Centro de Jubilados y Pensionados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Juana Ávalos, afirmó a AIM que la recomposición del 18 por ciento que se pactó en “es insuficiente, ya que es un monto inferior a los índices de inflación y fue aceptada en un marco de extorsión por parte del Ejecutivo, porque sino no se iba a liquidar”. Reclamó participación del sector en la mesa de discusión paritaria.
El acuerdo paritario en Entre Ríos “cerró a la baja, ya que los índices oficiales de inflación rondaron en el 20,6 por ciento en enero mientras que el gobierno otorgó un 18 por ciento, es decir, un 2,6 por ciento menos, que se suma a lo que se perdió durante los últimos meses del 2023”, señaló la dirigente gremial.
Para Avalos, “la aceptación se debió a la presión del gobierno de decir que no hay plata y que si no se aceptaba no se iba a liquidar el 18 por ciento, que es una extorsión lisa y llana de la patronal”.
Asimismo, apuntó que “lamentablemente no se escuchó, tampoco, la voz de los jubilados y pensionados quienes percibirán el 80 por ciento del 18 por ciento, es decir, mucho menos de lo que cobrarán los activos de aumento, por lo que la suba es aún menos significativa para el sector”.
En ese marco instó a los legisladores provinciales a tratar el anteproyecto de Ley que promovió el Centro de Jubilados y Pensionados de ATE para incorporar en la mesa paritaria al sector, “ya que es preciso que todos los involucrados tengamos voz en las discusiones, porque sino parece que es una democracia a medias, donde solo tienen voz quienes producen”.
“Hoy la negación de los jubilados en paritarias nos lleva a recibir un aumento que no alcanza para llegar a fin de mes, porque la inflación lo licua de facto, que es parte del ajuste que ejecuta el gobierno nacional de Javier Milei”, aseguró.
“El acuerdo nacional también es insuficiente”
Por otro lado, comentó que el aumento nacional “también es a la baja, ya que no será un 30 por ciento, sino un 27,5 por ciento, con un bono que no alcanza para paliar la gran inflación que hay”.
En ese sentido, contó que en Buenos Aires “hay comedores para jubilados, quienes no llegan a comprar alimentos y tuvieron que dejar sus medicamentos, porque no les alcanza”.