La presidenta del Centro de Jubilados y Pensionados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Juana Ávalos, lamentó que el 23 de julio vencerá el plazo para que las mujeres puedan jubilarse por moratoria. “Quedarán 800.000 personas sin poder jubilarse por falta de aportes”, afirmó a AIM la dirigente social.
Desde el Centro “estamos muy preocupados por el fin de la moratoria, ya que si no se prorroga el grueso de las mujeres que cumplen los 60 años (uno de los requisitos para jubilarse) no podrá hacerlo por no contar con los 30 años de aportes y, tampoco, podrán acceder a la Prestación Universal Adulto Mayor (Puam), ya que se requiere 65 años de edad para percibir el 80 por ciento de la jubilación mínima”, dijo Ávalos a esta Agencia.
En ese marco, contó el Centro “se junta firmas en todo el país, pero aclaró que el tiempo nos corre porque la moratoria concluirá el 23 y el Congreso ya no llega a tratar el proyecto de Ley de la diputada nacional del Frente de Todos Gisela Marziotta.
Al respecto, Ávalos lamentó que la ministra de Economía de la Nación, Silvina Batakis, “acata a rajatablas el programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) que objeta las ‘inclusiones jubilatorias’ sin tener los 30 años de aportes efectivos”.
La actual situación “se debe a la falta de una moratoria que abarque al conjunto de trabajadores, con su vida laboral en el marco de la informalidad y los contratos en negro, universo formado mayoritariamente por mujeres (trabajadoras de casas particulares, cuidadoras, costureras, trabajadoras domiciliarias y de tareas en el campo) y por hombres principalmente que en la década menemista del ’90 fueron despedidos en masa durante el proceso de las privatizaciones y tuvieron que continuar en changas de diversa índole”, remarcó la dirigente social.
Para Ávalos la sanción de la prórroga sería un avance que permitiría tratar la iniciativa de los senadores Mariano Recalde y Anabel Fernández Sagasti que permitirá pagar los períodos faltantes, es decir, implementa un plan de pago de deuda previsional, “comprando años” por parte del trabajador con períodos faltantes. Sin embargo, la presidenta del Centro aclaró que la iniciativa oficialista “es un paliativo que servirá, pero lo ideal sería una moratoria universal sin pago de cuotas por parte del trabajador, es decir, sin compra de años, ya que el trabajador sin aportes previsionales ayudó con su trabajo a que su patrón tenga sus ganancias que se acrecientan porque no pone las cargas sociales y contribuyó con el pago de los impuestos directos e indirectos que van a la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y muchos otros”.