La promoción del consumo responsable “es entender que los recursos naturales no son renovables y que las generaciones futuras deben tener las condiciones necesarias para poder vivir”, dijo a AIM el presidente de la Asociación de Defensa del Consumidor Entre Ríos (Adecen), Gabriel Vargas.
En la Argentina, “en la década del 80 empiezan a surgir movimientos de consumidores que se agruparon para promover profundas reformas en la legislación, las que fueron concretadas en 1993 con la sanción de la primera Ley de Defensa del Consumidor, que es la que actualmente rige, ha tenido modificaciones importantes en el medio, y que posteriormente fue consagrada en Constitución nacional la incorporación de estos derechos fundamentales para todos los consumidores de la República Argentina”, explicó Vargas a esta Agencia.
La reforma de 1994 “incorporó derechos fundamentales para la protección de consumidores y usuarios, entre esos derechos están la libertad de elección, que consiste en la posibilidad que tiene un consumidor de elegir entre diferentes productos; el derecho a la educación para el consumo, un deber impuesto a las autoridades para que se desarrollen programas desde la primera infancia hasta la edad adulta; el derecho a la salud y a la seguridad como tutela de los consumidores a la hora de consumir bienes y servicios; el derecho a la información para que permita realizar elecciones bien fundadas y que explícitamente están reconocidas en las directrices de las Naciones Unidas; derecho a la protección a los intereses económicos; derecho a la organización por parte de los ciudadanos de conformar asociaciones de consumidores que tengan por objeto la promoción y difusión de estos derechos fundamentales; y acceso a la justicia como consumidor que está garantizado para todos los ciudadanos y consiste en un sistema de solución de conflictos en ámbitos administrativos y judiciales, todos gratuitos, y que permiten investigar conductas que desarrollan los proveedores y que pueden ser sancionadas por cualquiera de los órganos del Estado que tienen competencia”, detalló.
El presidente de Adecen explicó que “un particular aspecto a considerar y que promueve a la reflexión es el concepto de consumo responsable o sustentable, que apunta a generar conciencia y a mejorar la vida del consumidor como individuo y como parte de una sociedad”. Y agregó que: “Promover el consumo responsable es entender que los recursos naturales no son renovables y que las generaciones futuras deben tener las condiciones necesarias para poder vivir. El consumidor elige en el mercado básicamente la historia con la que va a contar en el futuro”.
De este modo, señaló Vargas, “el consumo ético, ecológico, social o solidario, tiene en cuenta estas relaciones que ofrece el mercado y las que determina el comportamiento de los consumidores”.
“En estos momentos de turbulencias económicas, sociales y políticas que vivimos los argentinos, apostamos a la racionalidad y madurez de los poderes públicos para que los derechos fundamentales de las personas, entre ellos los derechos de los consumidores, no sean una declamación sino la concreción efectivo de proyectos personales y grupales de las personas, atendiendo especialmente a los sectores más vulnerables”.