A pesar de los elogios que se suelen derramar sobre el siglo XXI como superador del XX, tanto como el XX había dejado atrás al XIX, hay un punto donde el progreso no es tan obvio: la plaga de la langosta, milenaria y extendida en todo el mundo, que había sido controlada el siglo pasado, amenaza con volver en el XXI, a pesar de todo el progreso y de la nueva y mejor mentalidad que parece habernos traído. En julio de 2020, el calor y el viento norte, hicieron que una manga de langostas que se encontraba en el sur de la provincia de Corrientes ingresara a Entre Ríos por Feliciano.
Hace algunas décadas los científicos y los gobernantes que los toman en cuenta creyeron era posible terminar con todas las plagas y las enfermedades epidémicas, dejar en un pasado primitivo los riesgos biológicos o controlarlos La erradicación de la viruela, mediante la vacuna que pareció eliminar el virus, pareció confirmar aquella idea. Pero las plagas son de otra opinión y han vuelto más dañinas y menos tratables, como el paludismo, la tuberculosis la fiebre amarilla entre las conocidas y el sida entre las nuevas, que han dejado el éxito final para más adelante.
Características de la langosta
La langosta es un insecto ortóptero, saltador y volador. Hay varias especies, como el acridium peregrinum, la Schistocerca Paramensis Migratoria, y la Tropinotus Rosulentus la Tropidacris Latre, conocida como "la burra".
Desde el huevo a la edad adulta, la langosta para por cinco etapas. Las crías no tienen alas, pero al tercer día les salen negras A los ocho días cambian a gris y a los 12 aparecen las primeras manchas amarillas. A los cincuenta crías alcanzan la madurez de las alas. Y a los tres meses eran visibles las manchas amarillas y rojas sobre fondo negro. Para alimentarse preferían las gramíneas y podían comer el estiércol fresco de los equinos.
La langosta solo vuela al calor del sol y no gusta de plantas amargas. Pone sus huevos en terrenos semiráridos La hembra al desovarse pierde sus fuerzas y muere pocas horas después El macho se separa de ella, revolotea algunos días cerca del desove. Sus álitros, alas y patas van desprendiéndose hasta que muere.
Un enemigo natural de la langosta es el Cocobacillus Acridiorum, un bacilo que se introduce en su organismo y puedea destruirla.
Según algunos entomólogos, los problemas que causan las langostas deben recaer sobre el hombre mismo, debido al uso cada vez peor que está haciendo de la tierra, que crea condiciones favorables para las langostas
El sobrepastoreo, la sobreexplotación agrícola y las quemas continuas han eliminado en vastas zonas las formaciones vegetales originales convirtiendo los bosques en terrenos abiertos donde la langosta ha podido despertarse con gran facilidad y desarrollar poblaciones peligrosas.
Esta deforestación es clara en la Argentina, donde ha tenido lugar para "extender la frontera agrícola" y sembrar soja.
En el siglo XXI siguen con tanta o mejor salud que nunca las plagas biológicas y la de las enfermedades infecciosas.
A esta realidad llegamos después de que a fines de la segunda guerra mundial se consideraba la ciencia como una panacea para acabar con las plagas y enfermedades infecciosas, sin tener en cuenta factores como los que se denuncian ahora.
Ya en el siglo pasado hubo gran optimismo científico por las aplicaciones científicas a la industria química, aplicada a la lucha contra las plagas como ya lo había sido contra la filoxera de las vides y la langosta
Desde mediados del siglo pasado se consolidó la medicina fundada en antibióticos y en la idea de dominio de la civilización tecnológica occidental. La langosta es una plaga milenaria, mencionada en la biblia como una de las siete que dios le mandó al faraón para que dejara salir a los hebreos de su país
En la década de 1930 se celebraron diversas conferencias internacionales que establecieron métodos de lucha contra la langosta. Pero a pesar de un éxito parcial entonces, la globalización y el borrado práctico de fronteras permitió volver a la langosta en 2004 y 2005 en África. El hambre que provocaron fue una de las causas, junto a la guerra, de las emigraciones masivas que llevaron a los africanos a morir en el Mediterráneo. En 2004, una gran plaga de langostas del desierto destruyó millones de hectáereas cultivadas en Africa occidental y septentrional, sobre todo de mijo. En Burkina Faso, el Chad, Malí, Mauritania, el Níger y el Senegal se duplicó el precio de los alimentos y bajó el del ganado mal alimentado.
La llegada de la plaga había sido anunciada, pero no vino ayuda hasta que la destrucción ya se había producido.
Es notable que las Naciones Unidas ya no use la expresión "desastres naturales" porque sabe ahora que cosas como las mangas de langosta no son "naturales" sino producto de la equivocada actividad humana, con aires de omnipotente y omnisapiente.
Las Naciones Unidas ya no usan la expresión "desastres naturales" porque los desastres son menos naturales que provocados por el hombre y no debieran ser imprevisibles. Los protagonistas de las plagas, los insectos, las bacterias, los virus se adaptan rápidamente a los habitats cambiantes y habrá que buscar nuevas estrategias para combatirlos o convivir con ellos
Las especies más dañinas de langosa están en África, el continente más amenazado por el hambre, donde por el desgobierno inducido por las potencias occidentales se han acumulado plaguicidas antilangosta no usados
Hay 5.000 especies conocidas de langosta, pocas tan voraces como las consideradas muy dañinas. Son insectos bastante que cambian de costumbres y de comportamiento cuando aparecen en gran número.
El científico Boris Uvarov descubrió que cuando la cantidad llega a cierto número los individuos cambian de forma, de color, de fisiología, de comportamiento, al punto que antes se creía que pertenecían a especies diferentes
Las langostas son solitarias e inofensivas, pero en condiciones favorables se reproducen en gran número en lugares semiráridos y en enormes emjambres, de hasta 40.000 millones de individuos que en total pesan más de 80.000 toneladas, se lanzan sobre lugares donde abunda el alimento. Los jóvenes que tienen alas inmaduras avanzan a saltos por el suelo y los adultos en enormes mangas que llegan a tapar el sol y pueden abarcar superficies tan grandes como el departamento Colón
Las langostas royen las hojas, las flores, los frutos, las simientes, las cortezas o los brotes de las plantas; rompen las ramas de los árboles cuando se posan en masa. Algunas langostas comen textiles como lino, lana, seda artificial, y madera o papel mojado. Hay otras que comen insectos.
Hasta ahora los sistemas más eficaces son los insecticidas, aunque a tiempo sería preferible el control ecológico de los territorios de reproducción
No hay región a salvo: recientemente atacaron en África, pero también en Australia y en España y antes en Francia y Canadá.
En Entre Ríos
Productores de la zona de Colonia oficial 18, sobre el arroyo Pajas Blancas, avisaron en julio del año pasado que las langostas habían ingresado a Entre Ríos.
Entonces, equipos langosteros realizaron un tratamiento fitosanitario para bajar la densidad poblacional de esta plaga, cuando en ese momento estaba ubicada en el Departamento Curuzú Cuatia, Corrientes. De acuerdo a lo informado, en este caso, las langostas no eran voraces, volaban durante el día y se detenían cuando baja la temperatura, es decir, buscaban un lugar para anidar.
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