Son datos de la Bolsa de Comercio de Rosario. El buen caudal de lluvias empujaron los rindes al alza. En maíz, el salto interanual será del 64 por ciento y en soja del 160 por ciento.

En un 2024 complejo en materia económica, las buenas noticias para el gobierno de Javier Milei vienen desde el campo. En este sentido, las abundantes lluvias de los últimos meses están empezando a dar sus resultados con creces y tras una campaña 2022/23 para el olvido, el actual ciclo productivo promete traer producciones récords consigo.

Tal es así, que la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) elevó la estimación de producción de maíz en tres millones de toneladas respecto a las proyecciones realizadas por la misma entidad el mes pasadas hasta las 59 millones de toneladas, volumen que de concretarse, se convertirá en un récord absoluto para el cereal en el país.

“Tras el desastre del año pasado, Argentina volvería a marcar un récord productivo en maíz. Con un rinde nacional de 79,6 quintales por hectárea, 5,4 quintales por encima del promedio de los últimos cinco años, la estimación hecha sobre la condición del cultivo de maíz muestra una producción récord de 59 millones de toneladas. Esta producción sería un hito en la medida que superaría por 7,5 millones de toneladas a las marcas más altas registradas, las de las campañas 2018/19 y 2019/20, ambas con 51,5 millones de toneladas”, indicó el informe de la BCR.

Por supuesto que esta producción récord del cereal representa un salto productivo respecto a lo obtenido en la campaña 2022/23, fuertemente golpeada por la sequía. De cristalizarse el nuevo guarismo, en el actual ciclo agrícola crecería 64 por ciento sumando unas 23 millones de toneladas.

“La diferencia con la situación de un año atrás es rotunda. Hace un año, los lotes de maíces tempranos se perdían; ahora, en cambio, han tenido un excelente pasaje por su periodo más crítico y cuentan con buenas reservas de humedad. En diciembre y en lo que va de enero, el agua comenzó a llegar al oeste de la región pampeana. En muy poco tiempo se consolidó una mejora notable”, explicó la entidad bursátil.

Esta mejora se puede comprobar al comparar los rindes de la mala cosecha del año pasado con los de esta primera estimación de maíz en las principales provincias, en donde se puede observar “brecha gigantesca” de rendimientos. Por ejemplo, para Santa Fe se espera un rinde 243 por ciento mayor al del año pasado. Es que la media provincial del año pasado fue de 29,2 qq/ha, mientras que para la 2023/24 se está estimando 100,3 qq/ha. De esta manera, el distrito volvería a subir al primer lugar en el podio de rindes maiceros.

“En Entre Ríos sucede algo parecido: el rinde esta vez sería de un 200 por ciento superior al 2022/23, ya que la media se estima en 60 qq/ha frente a los 20 qq/ha del ciclo pasado. En Buenos Aires, el promedio provincial superaría al del año pasado (53,9 qq/ha) por un 53 por ciento con 82,6 qq/ha. En Córdoba, el gran bastión del maíz, los rindes serían un 60 por ciento superior a los del ciclo pasado (56,5 qq/ha) con 90,3 qq/ha”, agregó el trabajo.

Soja y trigo
En soja también hay buenas noticias, ya que la Bolsa rosarina elevó la proyección de producción en dos millones de toneladas hasta las 52 millones de toneladas. Si bien no es la mayor cosecha en la historia del país, sí, como dato destacado, representará un salto del 160 por ciento frente a las 20 millones de toneladas que se produjeron el año anterior.

Según planteó el informe, “las encuestas señalan que la soja de primera está en condiciones buenas a excelentes y que, de seguir así, se apunta a lograr altos potenciales de rinde. La soja de segunda tiene algunos problemas, ya que ha quedado implantada fuera de las fechas óptimas, pero aún tiene tiempo para recuperarse”.

En cuanto al trigo, que se encuentra en plena cosecha y a poco de terminar, las lluvias en algunas zonas se convirtieron en un problema, sobre todo en Buenos Aires, donde aún resta por recolectar un 10 por ciento del área triguera. En esta provincia ya pueden evidenciarse algunos cambios, ya que en el suroeste de Buenos Aires se ajustaron rindes a la baja, mientras que en el sureste hubo una pequeña mejora, pasando a considerarse para la gran zona productora de Tandil, un récord de rinde con 50,4 qq/ha.