Exigen a Altos de Uzué y a los gobiernos de Entre Ríos y Pueblo General Belgrano que recompongan el predio al estado anterior donde se ejecutó el barrio privado Amarras del Gualeguaychú, como estableció la justicia. Las intervenciones en la ribera “son responsables de la gravedad de las inundaciones”, dijo a AIM Selva Chesini, adherente y de la causa Amarras.
Los plazos están vencidos para la recomposición del predio que arrasó con 112 hectáreas de monte en galería y zona de amortiguación frente a Gualeguaychú a partir de la construcción del barrio ilegal Amarras, que provocó la elevación de la cota del río Uruguay en unos siete metros, contó a esta Agencia la abogada. En ese marco, recordó que “se presentó el año pasado un supuesto plan de remediación que buscaba continuar con el barrio que fue objetado y la justicia hizo lugar, por lo que hoy se pide que haya peritos judiciales que lo evalúen e indiquen cuál sería el plan exacto para que se dé cumplimiento cabal con la sentencia”.
Lamentablemente estamos en esa situación y hoy, con las crecientes, vemos los impactos de este tipo de emprendimientos inmobiliarios
Selva Chesini, adherente y de la causa Amarras
“Lamentablemente estamos en esa situación y hoy, con las crecientes, vemos los impactos de este tipo de emprendimientos inmobiliarios”, subrayó Chesini, quien aclaró: “No es culpa solamente de Amarras, sino por todas las intervenciones que se hacen en las costas”. Pero destacó que el country “es la más importante de las intervenciones que se realizó y generará un panorama espantoso si continúa con la construcción, ya que actualmente se tiene siete metros de cota elevada en esa zona, en 112 hectáreas, que obviamente hacen que el valle de inundación ya en esa parte no exista más y, tampoco, ningún drenado”. En ese marco, apuntó que la ejecución de las obras modificó el comportamiento del río, que “cambió muchísimo con respecto a otras inundaciones, por lo que con menor altura se inundan más partes de Gualeguaychú”.
Ante este escenario subrayó que las ciudades ribereñas deben convivir con el río y respetar su cauce: “La alteración del equilibrio hídrico en plena tropicalización del clima y por ende aumento considerable de precipitaciones en poco tiempo, provoca daños materiales enormes a las comunidades. Tenemos el gran desafío de planificar las construcciones en terrenos altos que no alteren las dinámicas hídricas, ni que invadan las planicies de inundación de los cursos de agua. Es esencial avanzar con un plan de ordenamiento territorial que respete los valles de inundación y cauces de los ríos y arroyos. Los emprendedores inmobiliarios deben respetar las leyes vigentes”.