La otrora orgullosa selección argentina de fútbol, dos veces campeona del mundo en 1978 y 1986, hoy está reducida a ganarle a Qatar en Brasil para pasar de ronda, o de lo contrario quedar eliminada en primera rueda.
Argentina, con su mejor equipo, que conserva algo del brillo anterior en sus delanteros pero es apenas mediocre en el resto, logró empatar con Paraguay gracias a que el arquero Franco Armani atajó un penal.
Posiblemente, en este partido el mayor responsable de un desempeño anodino y sin ideas haya sido el entrenador Lionel Scaloni. Después de un primer tiempo en que el equipo estuvo desorientado, sin estrategia, por fin colocó dos delanteros para jugar con Messi; pero tan pronto el juego cambió, Argentina, que no había tirado al arco en el primer tiempo, atacó y empató, Scaloni volvió rápidamente a lo de antes. Sacó un delantero ante el temor de perder y regresaron los fantasmas de la derrota, que no produjo debido a que el arquero le atajó un penal a Derlis González.
Ahora, para pasar a cuartos de final, el seleccionado argentino deberá derrotar a Qatar, el campeón asiático, que perdió uno a cero con Colombia, a la que opuso firme resistencia hasta el final.
De la Redacción de AIM