La actividad física regular, una dieta adecuada y el manejo del exceso de estrés (distrés), “han probado ser muy eficaces en la prevención primaria y secundaria de distintas afecciones como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer, la hipertensión, la obesidad y la osteoporosis”, entre otras, destacó a AIM el doctor Sergio Schlimovich, médico especialista en Endocrinología y Metabolismo y experto en Promoción de la Salud y Prevención de Enfermedades.
El hallazgo de personas centenarias saludables en algunas poblaciones aisladas del mundo condujo a los científicos a estudiar las posibles causas que pudieran explicar su excepcional longevidad. De hecho, muchos de los trabajos de investigación y las evidencias científicas señaladas anteriormente, fueron impulsados por estas observaciones.
En diálogo con esta Agencia, el profesional detalló que “los estudios permitieron determinar que muchos de estos individuos mayores se mantenían vitales y con escasos signos de enfermedades propias de la edad. Algunas conclusiones preliminares indicaron que el buen estado de salud y la elevada expectativa de vida podrían deberse al estilo de vida, que incluyen la buena alimentación, la calidad del agua para beber, la actividad física permanente, el aire puro que respiran, y una vida espiritual y social activa”.
¿Cómo iniciar y mantener un estilo de vida saludable?
“No existe una fórmula única para todos”, afirmó Schlimovich, pero aseveró que “es posible aplicar esquemas generales básicos que recomienda la OMS y que han probado ser eficaces, y luego personalizar la atención para lograr el cambio de conductas que deterioran la salud y reemplazarlas por aquellas que la refuerzan”.
La clave está “en crear un programa de promoción y prevención con un conjunto articulado de estrategias que busca el compromiso del paciente en la concientización y educación para la salud. Una vez que se conoce el problema, introducir cambios en la vida cotidiana es mucho más sencillo y existen varias formas de hacerlo, pero siempre debe ser de manera consensuada entre el médico y el paciente”.
El especialista agregó que “los cambios se deben dar paso a paso, y todo depende de las características de cada uno, ya que cada persona tiene sus propias creencias, hábitos arraigados y un entorno que condicionarán el resultado de las intervenciones”.
De la Redacción de AIM.