La compañía biotecnológica Vaxinz, firmó un acuerdo con Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) para el desarrollo de una vacuna de segunda generación contra el Sars-CoV-2. Se trata de un gran avance dentro del desarrollo de investigadores del Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral (Icivet) que ya generó respuesta inmunitaria en estudios preclínicos, comentó en diálogo con AIM, el director del organismo, Hugo Ortega.
Investigadores e investigadoras del Conicet en el Instituto Leloir diseñaron lo que se denomina “candidato” a vacuna de segunda generación que, en estudios preclínicos, indujo una respuesta inmune muy potente contra el virus de Covid-19. En este marco de avances, el Consejo, la Fundación Leloir y la compañía biotecnológica Vaxinz firmaron un acuerdo para desarrollar la vacuna y llevarla a ensayos clínicos. En los ensayos que corresponden a la etapa pre clínica, detalló a esta Agencia Hugo Ortega, responsable del Icivet, se trabajan con “cinco candidatos. Se trata de un candidato de la Universidad de Río de Janeiro, otro de la Universidad General de San Martín, el Coronavac de Fundación Leloir, y dos más incipientes de INTA y la Universidad Nacional de La Plata.
El científico detalló que para cada uno de estos candidatos se realizan pruebas que varían en cada caso, pero está nomenclados por normas internacionales “que dicen qué pruebas hay que hacer para garantizar la seguridad de cada producto, de acuerdo a cada tipo de vacuna. Hay vacunas que son peptido y otras son a vectores virales. Cada una sigue una guía internacional que detalla, punto por punto, lo que hay que chequear. Si se hace en células o animales, si se hace en animales cuántos, de qué especies, de qué sexo, de qué edad. Todo esto ya está fijado internacionalmente para que sea reproducible el resultado, y sean iguales para todos iguales para las vacunas a nivel mundial. Lo que tiene justamente el centro de medicina comparada es que tienen normas de calidad certificadas por las que se siguen estas guías”.
Detalles
Respecto a la performance, Osvaldo Podhajcer, jefe del Laboratorio de Terapia Molecular y Celular del Iibba e investigador del Conicet afirmó que “los resultados de los estudios preclínicos confirman que la vacuna genera una respuesta inmune potente contra el virus Sars-CoV-2 en el 100 por ciento de los animales vacunados y que se mantiene durante al menos cinco meses sin decaer”, sostuvo.
Respecto al grupo Podhajcer se dijo que tiene décadas de experiencia en el uso de plataformas de adenovirus para terapia en cáncer y trayectoria en el desarrollo de vacunas experimentales para el Virus del Papiloma Humano (VPH).
“En medio de la pandemia, en abril de 2020, tomamos la decisión de aplicar nuestro conocimiento en el uso de adenovirus como vehículo para la obtención de una vacuna de segunda generación diseñada para lograr una inmunidad duradera contra SARS-CoV-2 y que fuera efectiva con una única dosis”, indica el investigador.
Al respecto, Verónica López, también investigadora del Conicet en el Iibba y otra de las líderes del proyecto, afirmó: “Hemos logrado desarrollar esta vacuna de segunda generación con un diseño innovador basada en vectores adenovirales híbridos diferentes a los utilizados en las vacunas actuales basadas en el mismo tipo de vectores y ya aprobadas con carácter de emergencia. Los resultados preclínicos en roedores mostraron que las vacunas desarrolladas inducen tanto anticuerpos que neutralizan al virus como una respuesta inmune celular contra el mismo, que es lo que se busca para lograr protección a largo plazo”, destacó Sabrina Vinzón, colíder del proyecto e investigadora del Conicet en el Iibba.
Monitoreo
En paralelo, el grupo de Podhajcer desarrolló un sistema de pseudovirus que permitió demostrar que el suero de los animales inmunizados bloquea la entrada del SARS-CoV-2 a las células. “Este sistema, desarrollado por nuestro grupo, nos sirve para monitorear la eficacia de nuestra vacuna en la neutralización de las nuevas variantes emergentes a nivel global, especialmente las identificadas en Manaos, Sudáfrica y Gran Bretaña, ante la eventualidad de tener que producir vacunas complementarias que protejan contra esas u otras variantes”, puntualizó Vinzón y Felipe Nuñez, investigador de la FIL y desarrollador del proyecto.
“Junto al grupo de la Escuela Paulista de Medicina de la Universidad Federal de San Pablo, Brasil (EPM, Unifesp) pudimos probar que el suero de los animales inmunizados fue capaz de bloquear también la entrada a las células del virus Sars-CoV-2 vivo y estaremos testeando las nuevas variantes del virus en las próximas semanas”, agrega la investigadora.