El 19 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó que el 17 de junio se celebre el Día mundial de lucha contra la desertificación y la sequía. Ese mismo año, en ese día se había aprobado la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África. El tema 2018 de esta fecha es: “La tierra es valiosa. Invierte en ella”, registró AIM.
Durante esta jornada, se invita a los Estados a que dediquen el Día Mundial con el objetivo de sensibilizar la opinión pública respecto de la necesidad de cooperación internacional para luchar contra la desertificación y los efectos de la sequía y respecto de la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. En la actualidad 194 Países Parte, entre ellos Argentina, ratificaron este acuerdo, que apunta a mejorar la productividad de la tierra, restaurar y conservar los suelos y establecer una mejor utilización de los recursos hídricos.
La desertificación es la degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Está causada fundamentalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas.
Este proceso no hace referencia al avance de los desiertos existentes. La desertificación se debe a la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas, que cubren un tercio de la superficie del planeta, a sobrexplotación y el uso inadecuado de la tierra. La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y malas prácticas de riego afectan negativamente a la productividad del suelo.
Los efectos de la desertificación los sufren directamente unos 250 millones de personas, mientras que unos 1000 millones se encuentran en zonas de riesgo repartidas en más de cien países. Entre ellos se encuentran las personas más pobres, marginadas y sin representación política.
Cada 17 de junio celebramos el Día mundial para combatir la desertificación y la sequía con el fin de concienciar acerca de las iniciativas internacionales para combatir estos fenómenos. Esta fecha nos brinda una oportunidad única para recordar que se puede neutralizar la degradación de las tierras mediante la búsqueda de soluciones, con una firme participación de la comunidad y cooperación a todos los niveles.
Tema 2018: El valor de la tierra
Las decisiones y elecciones que tomamos determinan el escenario de nuestro futuro con un crecimiento sostenible. Bajo el eslogan “La tierra es valiosa. Invierte en ella”, la campaña de este 2018 para este día quiere involucrarnos a todos para rechazar el uso insostenible de la tierra y cambiar las cosas invirtiendo en el futuro de la tierra.
Todos y cada uno de nosotros juega un papel importante en este cambio. Para ello, es necesario descubrir el verdadero valor de la tierra e invertir en ella.
- Compra productos orgánicos y de comercio justo para evitar la degradación de la tierra.
- Comprométete a proteger y conservar el valor de la tierra.
- Celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, aboga por una forma de vida, un consumo y una producción sostenible.
- Organiza un evento o pon en marcha una iniciativa para promover la gestión sostenible de la tierra y contrarrestar la degradación de la tierra. Puedes enviar la información de tu evento a [email protected].
- Comparte fotos y vídeos en las redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram, entre los días 11 y 17 de junio de 2018. Recuerda mencionar a @UNCCD y usar la etiqueta #ContraLaDesertificación.
El poder transformador de las mujeres: el Plan de Acción sobre Género
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación ha creado recientemente un nuevo plan para apoyar y promover las políticas sensibles a las cuestiones de género. El Plan de acción de género aumentará y fortalecerá la participación y el liderazgo de las mujeres en todos los niveles de toma de decisiones y la aplicación local de la Convención, como en la gestión de la sequía y las tormentas de arena y polvo, y en los trabajos para neutralizar la degradación de la tierra. El objetivo es alcanzar la paridad de género en estas cuestiones para 2030.
Las mujeres son agentes activos del cambio. Así se ha demostrado cuando se les ha dado las mismas oportunidades y el mismo acceso a los recursos y se les ha permitido participar en la toma de decisiones; los resultados son palpables, sus comunidades son más prósperas y más pacíficas. Las partes de la Convención se han comprometido a mejorar la calidad de vida para las mujeres del mundo. Este plan supone una oportunidad histórica para llevar a la práctica real la igualdad de género y los derechos humanos.