El 23 de septiembre se celebra el Día internacional de las lenguas de señas, proclamado por la ONU en noviembre de 2017, constató AIM. La fecha conmemora la creación de la Federación Mundial del Sordo en 1951, organización no gubernamental que hoy por hoy ostenta el carácter de órgano consultivo de las Naciones Unidas y máxima autoridad mundial para la defensa de los derechos e intereses de las personas con disfunción auditiva.
Se trata de una efeméride global que se festeja en conjunto con la Semana Internacional del Sordo (que es la última semana de septiembre), resumiéndose el tema común de la primera edición bajo el lema ¡Con la Lengua de Señas, Todos Estamos Incluidos!
Por lo tanto, no cabe duda de que su propósito fundamental es procurar la inclusión social de los usuarios de las lenguas de señas con miras a la plena realización de sus derechos humanos.
Sin embargo, cabe destacar que no se trata de una iniciativa aislada pues se inscribe perfectamente dentro de los planteamientos de empoderamiento femenino y eliminación de las desigualdades que se han fijado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
¿Pero, cuáles han sido los principales logros del Día Internacional de las Lenguas de Señas?
Aun cuando pareciera apresurado hablar de logros cuando todavía no ha transcurrido ni un año de su primera celebración, vale la pena mencionar que gracias a esta iniciativa se ha mejorado el estatus de las lenguas de señas nacionales mediante la implementación de políticas, planes, programas y proyectos encaminados a mejorar la educación de las personas con diversidad funcional auditiva.
Esto ha facilitado su acceso a la información y a los servicios básicos, de manera que se han visto fortalecidos los derechos humanos de estas personas incluso en los países en vías de desarrollo, donde antes existían muy pocas organizaciones no gubernamentales especializadas en el tema.
¿Y qué puedes hacer tú para celebrar este día?
A pesar de que esta celebración busca primordialmente incluir en la sociedad a las personas con diversidad funcional auditiva o lingüística, lo ideal sería que todos aprendiéramos la lengua de señas para poder comunicarnos con estas personas que sin duda también tienen algo importante que decir.
No obstante, mientras aprendemos también podemos interesarnos por conocer a los usuarios de lengua de señas que hacen vida en nuestra comunidad e informarnos sobre los diferentes programas de inclusión en los que podamos participar.
La integración a través del lenguaje de señas
Según la Federación Mundial de Sordos Disponible en inglés, existen aproximadamente 72 millones de personas sordas en todo el mundo. Más del 80 por ciento vive en países en desarrollo y como colectivo, utilizan más de 300 diferentes lenguas de señas.
Las lenguas de señas son idiomas naturales a todos los efectos, estructuralmente distintos de las lenguas habladas. Existe también un lenguaje de señas internacional que es el que utilizan las personas sordas en reuniones internacionales y, de manera informal, cuando viajan y socializan. Este lenguaje internacional se considera una lengua pidgin, es decir, una lengua mixta creada a partir de una lengua determinada más otros elementos de otra u otras lenguas. En el caso de la lengua de señas internacional es menos compleja que las lenguas naturales de señas y tiene un léxico limitado.
La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad reconoce y promueve el uso de las lenguas de señas. Establece que tienen el mismo estatus que las lenguas habladas y obliga a los estados partes a que faciliten el aprendizaje de la lengua de señas y promuevan la identidad lingüística de la comunidad de las personas sordas.
La Asamblea General proclamó el 23 de septiembre como Día Internacional de las Lenguas de señas con el fin de concienciar sobre la importancia de la lengua de señas para la plena realización de los derechos humanos de las personas sordas.
La Asamblea establece que el acceso temprano a la lengua de señas y a los servicios en este lenguaje, incluida una educación de calidad en esa lengua, es vital para el crecimiento y el desarrollo de las personas sordas, y decisivo para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible. Resalta también la importancia de preservar las lenguas de señas como parte de la diversidad lingüística y cultural. Asimismo, remarca que cuando se trabaja con comunidades de sordos, debe considerarse y aplicarse el principio de “nada sobre nosotros sin nosotros”.