La Asociación Gremial de Docentes Universitarios (Agdu) considera que hay dos puntos primordiales que se deben cumplir para retomar las clases presenciales en las distintas Facultades de la Uner: primero, que se brinden las garantías necesarias para que el personal docente no ponga en riesgo su salud; y segundo, que el proceso no implique una sobrecarga de tareas para las y los profesores.
El Comité de Gestión de Higiene y Seguridad en el Trabajo, de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Uner), comenzó a elaborar el capítulo 6 del “Protocolo de retorno a actividades presenciales administrativas y de servicios”, que establecerá las pautas para la vuelta a las aulas de forma segura y responsable.
Ese capítulo es relativo a la toma de exámenes parciales y finales, a las actividades en laboratorios y a todas aquellas prácticas que no pueden realizarse en forma remota.
El profesor Hugo Giménez integra el Comité en representación de AGDU y planteó la postura del gremio: que se garantice la salud del personal docente y que no se sobrecargue la tarea docente.
“Los docentes ya vienen sobrecargados. Y las actividades virtuales no se van a suspender por ahora, entonces lo que va a pasar es que se le sumarán las tareas presenciales”, subrayó al respecto y explicó que esto será así “para darles a los alumnos la alternativa de hacer la materia en forma remota o presencial”. Eso implicaría para los docentes dictar su cátedra en ambas modalidades a la vez.
Por eso señaló que “hay que pensar y analizar muchas cuestiones”, no solo relativas a la tarea docente, sino también al estudiantado. Como ejemplo mencionó al transporte. “Aquellos estudiantes que residen en una localidad y estudian en otra, tendrán dificultades para movilizarse”, señaló. Consideró que otro tema a evaluar es el aislamiento obligatorio de 14 días que deberán cumplir quienes se trasladen desde una ciudad con circulación viral de covid 19, hacia otra donde no la hay.
Remarcó que la redacción del protocolo requerirá un trabajo “muy minucioso” tanto para determinar los cuidados a desarrollar dentro de las instituciones, como para identificar las tareas que son indispensablemente presenciales. Para esto último se tendrá en cuenta “lo que refieran los docentes mismos”, aseguró Giménez y anticipó que serán “algunas actividades muy puntuales y muy específicas” y también aquellas “que no requieran la presencia de muchos estudiantes”. Estimó que “posiblemente al principio sólo serán algunos exámenes”.
Respecto a los cuidados sanitarios, Giménez precisó: “Obviamente que se le deberá entregar elementos de protección personal a todo el cuerpo docente. Máscaras, tapabocas, alcohol en gel, alfombras para desinfección del calzado y demás”, enumeró.
Comentó que el objetivo del Comité es tener elaborado el protocolo de modo que, cuando las autoridades gubernamentales habiliten las actividades con docentes y estudiantes en las aulas, pueda ser aplicado en forma inmediata. De todos modos, sostuvo que el retorno “será muy gradual”.
Hasta el momento el Comité se reunió dos veces para avanzar con el capítulo 6 del protocolo: el lunes 27 de julio y el jueves 30, con la presencia de los secretarios académicos. En tanto, se prevé un nuevo encuentro el jueves próximo, 6 de agosto, a fin de finalizar el capítulo y elevarlo al Consejo Superior de la Universidad.
Cabe recordar que el Comité resolvió que a partir del lunes 3 de agosto vuelve a la actividad presencial un porcentaje muy bajo del personal administrativo (no docente) de las distintas Facultades, a fin de realizar tareas puntuales que no se pueden efectuar en forma remota.