El yoruba Adebayo Adesanya, miembro del pueblo negro que pobló Cuba, dice sobre los mitos en su libro “Yoruba MetaphysicalThinking”: “Los mitos eran una manera de hacer comprender a hombres y mujeres, viejos y niños, lo que de otra manera no hubieran podido comprender.
Si se acerca uno a un sacerdote “ifa” (sabio o augur del país yoruba) se encuentra por completo fuera de toda mitología. Se es conducido al reino del pensamiento puro, donde se contempla al ser concebido como inmutabilidad espacio-temporal”.
Este pensamiento puro, o “conocimiento metafísico” está reservado para quienes pueden comprenderlo, y es otra cosa que el saber plástico, emocional, religioso, mítico o místico que es adecuado para quienes no están en condiciones de captar el conocimiento esencial. Mucho menos es conocimiento de fenómenos de cualquier índole con vistas a las aplicaciones prácticas a que puedan dar lugar, como es el caso de la ciencia.
Los griegos dieron a estos dos aspectos o niveles de la misma doctrina los nombres de “esotérico” y “exotérico”.
Europa negó siempre que hubiera en África nada de este género, incluso negó que hubiera verdaderas religiones, que parecían impropias de primitivos porque se rehusaban a ponerlas a la altura de las religiones europeas, tal como aconteció en Abya Yala, donde libros y templos “del demonio” fueron quemados o arrasados. La “piedra del sol” mexicana, llamada “azteca”, fue derribada de su templo en Tenotchitlán y arrastrada lejos.