Aunque con poca densidad, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirmó que son 12 las provincias que padecen el humo que provocan los incendios en la Amazonía, entre ellas, Entre Ríos, que llegaría a Buenos Aires dentro de las 36 y 48 horas, es decir entre el fin del martes y durante el miércoles.
"Nuestro último informe chequeado a las 14 horas muestra mediante los satélites que las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Tucumán, Santa Fé, Corrientes, Misiones, Catamarca, La Rioja, Entre Ríos y Córdoba ya fueron alcanzadas por el humo", explicó Lucas Berengua, meteorólogo del SMN. Eso viene acompañado de aire cálido y húmedo que favorece el avance de la nube gris.
A la provincia de Buenos Aires el humo todavía no llegó, pero está previsto que lo haga durante las próximas 36 a 48 horas. Para que se llegue a notar-explica Berengua- dependerá de la densidad y la altura donde se ubique: "Los mejores momentos para observar el fenómeno serán durante el amanecer y el atardecer, donde el horizonte podría mostrar un cielo anaranjado. En el caso de que la densidad sea suficiente, podrá verse el cielo blanco y si es extremo, dificultará la visibilidad ", agregó el experto a Clarín.
Esas situaciones ya suceden en las provincias donde el humo quedó instalado: "Hay más de 50 mil focos activos entre Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina. En los próximos días la nube seguirá avanzando hacia el centro del país", afirmaron del SMN. El organismo advirtió que, a pesar de la altura a la que se desplaza, "es posible que parte del humo pueda depositarse en capas cercanas a la superficie, en concentraciones bajas, y provocar disminución en la visibilidad".
Por su parte, el director de Defensa Civil, Daniel Russo, aseguró que "puede ser imperceptible" en la Ciudad de Buenos Aires la llegada de la nube de humo y recordó que la Ciudad vive inmersa en una capa de smog "que afecta mucho más a la salud". En cuanto a la llegada de la nube a Buenos Aires, Russo se mostró escéptico respecto a cuán evidente será el fenómeno para la población: "No sé si será perceptible", dijo.
Según los datos ofrecidos por Fundación Vida Silvestre (WWF), 6,7 millones de kilómetros cuadrados de bosques y 10 por ciento de la biodiversidad mundial están en peligro por el fuego en el pulmón del planeta. Además, el hábitat de más de 34 millones de habitantes corre riesgo. Y también el 20 por ciento del oxígeno del planeta, remarca.
La Amazonía es considerada como el pulmón del mundo, ya que su selva libera oxígeno y almacena dióxido de carbono (CO2), un gas que atrapa el calor y que es una de las principales causas del calentamiento global. Si se pierde su espesura tropical y no logra ser restaurada, el área se convertirá en una planicie. A esto se suma que los árboles que arden también lanzan más carbono a la atmósfera.