El 6 de mayo de 1527 tropas del emperador Carlos V, declarado protector de la cristiandad, saquearon la ciudad de Roma y acorralaron al papa Clemente en el castillo de Sant Angelo.
El saqueo de Roma, también llamado “saco” por adaptación de la palabra italiana “sacco”, fue el asalto y posterior saqueo de las tropas imperiales de Carlos V, hecho que provocó conmoción ya que Roma era la ciudad sagrada del cristianismo y sede pontificia.
No se producía un saqueo así de la ciudad desde que los sarracenos entraran en Roma en 846, aunque los saqueos de Roma más conocidos son los que protagonizaron los bárbaros en el siglo V.
Las disputas entre el papado y los príncipes y las luchas dinásticas llevaron a las tropas imperiales a las proximidades de Roma, donde llegaron el 5 de MayoLa imposibilidad de pagar a los alemanes llevó a iniciar el asalto a Roma para saquearla el 6 mayo El ejército alemán atacó las murallas de Janículo y de la Colina Vaticana.
El comandante Carlos de Borbón murió ese día por un disparo de arcabuz. El papa Clemente VII, gracias a la ayuda de la Guardia Suiza, consiguió escapar a través de un corredor secreto desde el Vaticano hacia el Castillo de Sant’ Angelo, en donde se le mantendría en cautiverio.
Finalmente, el papa se rindió ante Carlos de Lannoy. Los soldados querían cobrar y tras la victoria y con su comandante muerto se lanzaron al saqueo. Robaron en casas, iglesias, palacios, monasterios. Profanaron reliquias de la iglesia, como los cráneos de San Juan, san Pedro y san Pablo. Violaron monjas. Robaron a la población los objetos de valor y obras de arte. Durante varios días se sucedieron episodios de violencia.Finalmente, el 6 de junio, Clemente VII acordó pagar un rescate de 400.000 ducados a cambio de su vida, así como la cesión de varias regiones al Imperio, aunque este solamente se pudo quedar con Módena. El 16 de febrero de 1528, el ejército imperial salió por fin de roma con un gran botín.