Un equipo científico de la universidad escocesa de Glasgow anunció haber descubierto que un antioxidante que contiene en gran cantidad el vino tinto permite prevenir infecciones que podrían degenerar en septicemias. Ese antioxidante, el resveratrol, está en la piel de las uvas, es mayor en el vino tinto que en el blanco y ya se le atribuyen varios efectos benéficos como prevenir la formación de coágulos sanguíneos y ser anticancerígeno.
Los investigadores británicos realizaban experimentos en dos grupos de cobayas expuestos a un potente agente infectivo cuando se dieron cuenta de que los que no siguieron un tratamiento previo a base de resveratrol desarrollaron una grave reacción similar a una septicemia humana, que puede conllevar un fracaso general de órganos y la muerte. Por el contrario, los animales que recibieron un tratamiento de resveratrol no desarrollaron ninguna infección.
Según los investigadores, el resveratrol impide la formación de dos encimas que tienen un importante papel en el desencadenamiento de graves inflamaciones, la quinasa sphingosine y la phospholipase D.
"Algunas enfermedades inflamatorias severas, como la septicemia, son muy difíciles de curar y muchas personas mueren por falta de tratamiento", dijo el doctor Alirio Meléndez, uno de los científicos de la universidad de Glasgow."
Asimismo, numerosas personas que sobrevivieron a una septicemia sufren una muy mala calidad de vida debido a los daños causados por la infección en sus órganos internos. Por eso nuestro objetivo era identificar una nueva terapia potencial en la cura de las enfermedades inflamatorias severas", explicó.El descubrimiento de los investigadores británicos fue publicado en el diario de la Federación de Sociedades Estadounidenses de Biología Experimental