En el primer informe de Colón a los reyes católicos, la palabra “oro” se repite más de 100 veces, varias veces por página en un texto breve. Con el mineral removido para sacar la plata del Cerro Rico de Potosí, que estaba en territorio del virreinato del Río de la Plata y fue escenario del mayor saqueo del mundo y de la historia, se pudo construir un puente entre la actual Bolivia, entonces el país más rico del planeta, y Madrid.
Se veía ya cuál era el propósito y la intención de los “conquistadores” de América: el saqueo sin límite ni medida, el mismo que ayer sufrieron los tesoros de los aztecas y los incas, luego las minas de plata, y ahora produce la megaminería en la cordillera, que amordaza, mata, destruye y asola o el fracking que puede convertir a Entre Ríos, de la “mejor provincia de América” en una “zona de sacrificio” sin agua, sin tierra cultivable, sin gas, sin población.