El Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres (Ceydas) y la Red Argentina Contra el Tráfico de Especies Silvestres (Ractes) iniciaron una campaña contra la caza y matanza de animales autóctonos. “No sólo matan nuestras especies autóctonas, sino que, además, contaminan con el plomo de los perdigones a todos los humedales de la provincia de Entre Ríos”, afirmó a AIM el coordinador del Equipo de Conservación de la Organización No gubernamental, Gabriel Bonomi.
La campaña apunta a que no se vuelva a habilitar en Entre Ríos la temporada de caza y matanza de animales autóctonos, “ya que hay fuertes antecedentes legales que demuestran la inconveniencia de habilitar esta actividad". En 2022 y 2023, las Resoluciones que habilitaron la caza "fueron derogadas por la Justicia entrerriana y declaradas inconstitucionales y violatorias de tratados internacionales a los que Argentina adhiere, como el Acuerdo de Escazú y el Convenio de Diversidad Biológica”, indicó a esta Agencia Bonomi, quien precisó que además la justicia determinó en los dos años anteriores que la actividad “no asegura la conservación del ambiente y que no implica un derrame económico en la sociedad, sino que es ganancia para unos pocos”.
Se habla de un negocio que es para unos pocos y que atenta contra el patrimonio natural de todos los entrerrianos y además es peligroso para la población debido a que utiliza plomo.
Gabriel Bonomi
No solo matan nuestras especies autóctonas, sino que además contaminan con el plomo de los perdigones a todos los humedales de la provincia de Entre Ríos. Hay que decir que el plomo que contienen los perdigones que se utilizan para la caza menor de patos, perdices y de palomas en Entre Ríos, es altamente tóxico y contaminante. Además, el plomo fue considerada por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (Iarc), por sus siglas en inglés, como un material probablemente carcinogénico, o sea cancerígeno.
En ese sentido, comentó que “se habla de un negocio que es para unos pocos y que atenta contra el patrimonio natural de todos los entrerrianos y además es peligroso para la población debido a que utiliza plomo, que es un material tremendamente contaminante, que contamina el agua, el suelo, las plantas, a los animales e incluso hasta el cultivo que nosotros mismos consumimos”.
El objetivo de las organizaciones es que el negocio de los cotos de caza y las temporadas de caza “no se habiliten nunca más en la provincia, sobre todo en la caza dirigida a especies autóctonas, y que se vire hacia un aprovechamiento sustentable y de cuidado de la naturaleza y no que atente contra ella”.