El médico pediatra del hospital Garrahan, Ricardo Russo, acusado de tenencia y distribución de pornografía infantil y vinculaciones con una red internacional, se negó a declarar hoy ante la fiscalía, por lo que el ministerio Público pedirá su prisión preventiva ya que "existe suficiente prueba en su contra", dijo la fiscal Daniela Dupuy.
"Es una megainvestigación. Es uno de los sospechosos y es uno de los 40 domicilios allanados. Se están analizando los resultados", dijo la fiscal en declaraciones al periodista Rubén Suárez en RL18.
Russo, de 55 años, era jefe del servicio de inmunología y reumatología infantil del hospital Juan Garrahan y fue detenido en la playa de estacionamiento de ese centro asistencial.
En los allanamientos se encontraron videos y fotografías que lo involucran directamente con una red internacional de producción y distribución de pornografía infantil, que operaba en la llamada "deep web" con usuarios en Brasil y en los Estados Unidos, informó el ministerio de Seguridad porteño.
Las pruebas encontradas tienen que ver con menores de entre seis meses y 14 años y en muchas de las imágenes "se veían camillas y participaba el mismo médico detenido de la producción del material", detalló el secretario de Seguridad porteño Marcelo D' Alessandro.
La detención del médico fue pedida por la Fiscalía Especializada en Delitos Informáticos de la Ciudad, a cargo de la fiscal Dupuy y por la jueza en lo Penal, Contravencional y de Faltas 24 María Alejandra Doti.
Al momento de la detención "se secuestraron un teléfono celular, el cual era de su uso personal, y un pendrive que serán periciados", detalló la Policía.
El caso se originó en el marco de una operación internacional "Luz de Infancia III" llevada a cabo por las autoridades de Homeland Security de los Estados Unidos (FBI) y del Ministerio Público de la Acusación de Brasil.
Esta investigación derivó en ramificaciones que había en la Argentina por lo que comenzó a actuar la fiscalía especializada "que realizó allanamientos en todo el país, siete de éstos en la Ciudad de Buenos Aires", destacó D' Alessandro.
"A través de un canal de denuncias que tiene la fiscalía general de la ciudad se recibe una denuncia clave, se producen allanamientos donde se secuestran computadoras y pendrives donde se encuentran pruebas contundentes, los chicos siendo abusados", aseguró D' Alessandro.
Agregó que se detectaron "diferentes direcciones IP y todas terminan en la dirección de la computadora secuestrada al médico. Son investigaciones muy serias, es un delito de gravedad tremenda por lo que hay pruebas suficientes para imputar al médico".