La multisectorial Somos Ambiente realizó un encuentro binacional para advertir la preocupación que genera la llegada de la empresa HIF Global que planea instalar una planta de Hidrogeno en Paysandú (República Oriental del Uruguay). Las consecuencias de la refinería “sobre ambiente, la salud y el patrimonio natural generan más dudas que certezas, debido al secretismo que existe en los acuerdos firmados entre el gobierno uruguayo y la compañía”, dijo a AIM Gisela Righelato, integrante del movimiento.
La jornada “fue parte de una serie de acciones para informar sobre las consecuencias de esta planta de hidrógeno verde que se pretende instalar en la costa del río Uruguay, en Paysandú, a 3000 metros de Colón”, contó a esta Agencia Righelato, quien precisó que “se sabe que la refinería tendrá un impacto directo en el río y el ambiente, por lo que afectará la biodiversidad y el aire de la zona”.
En ese marco, el activista Carlos Serratti, detalló que “la preocupación surgió por la falta de información que existe, ya que la empresa y el Estado uruguayo firmaron un convenio de confidencialidad y no explican cómo será la metodología y el trabajo, lo que genera mucha incertidumbre”.
Al respecto, subrayó que el conflicto se pronuncia “porque Colón es una ciudad turística y unos de sus productos es la oferta de naturaleza y por lo que genera mucha inquietud que se instale frente a la ciudad una planta de esas características que ocupará 220 hectáreas de superficie que producirá combustible”. Además, dijo que otro tema que alarma es que “no hay una reglamentación para evaluar los efectos transfronterizos” de este tipo de inversiones.