Ingresó en la Cámara de Diputados de Entre Ríos un proyecto de Ley que busca declarar la costumbre del mate y los elementos asociados a su sistema cultural como patrimonio cultural inmaterial de los entrerrianos, confirmó AIM.
La iniciativa fue promovida por el diputado Julio Solanas. El proyecto, establece medidas de salvaguarda “del elemento, las cuales se implementarán atendiendo el criterio de progresividad”.
Precisamente, se creará “un sello distintivo para aquellos productos artesanales relacionados a la ronda del mate, que certifique su origen, garantice su calidad y revalorice estos conocimientos y técnicas tradicionales; se incluirá contenidos pedagógicos relacionados al patrimonio cultural inmaterial y, en particular, al patrimonio entrerriano en los planes de estudio de distintos niveles educativos y se fomentará investigaciones sobre el patrimonio cultural inmaterial y el mate en particular”.
Asimismo, se establecerá “como prioridad de la provincia la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial mediante la adopción de los principios establecidos en la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de Unesco (2003) en todas sus políticas”.
La costumbre del mate como patrimonio inmaterial
El equipo de investigación de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) identificó “como un elemento inmaterial de la identidad entrerriana, a la costumbre del mate y los elementos asociados a su sistema cultural”, argumentó el diputado.
En ese marco, contó que una de las manifestaciones de la costumbre, es la ronda del mate, que se conforma a partir de un grupo de personas que comparten el consumo de la infusión de la yerba-mate: “Para que se constituya la ronda del mate, uno de sus integrantes deberá asumir el rol de ‘cebador’, que es quien prepara y ceba el mate. Para ello, introduce la yerba mate en el recipiente mate, hasta tres cuartas parte de su capacidad y calienta agua hasta llegar a la temperatura indicada. Vierte la misma sobre la yerba, humedeciéndola parcialmente. Luego se introduce la bombilla, con el pico hacia afuera y se vierte nuevamente agua hasta cubrir la yerba (cebadura). Finalmente se sorbe el mate por la bombilla. A partir de allí se congregan el resto de los integrantes de la ronda del mate. Durante la práctica, el ‘cebador’ realiza este procedimiento, utilizando el mismo mate y bombilla para todos los participantes de la ronda del mate, cebando alternadamente para cada uno de ellos”.
Esta práctica “pone en juego particulares mecanismos de cohesión social, actúa como mediador y facilitador de relaciones sociales interpersonales. La participación en la ronda del mate contribuye a que los ciudadanos entrerrianos afiancen un elemento de su identidad y se sientan parte de una comunidad. Asimismo, por su arraigo ha sido objeto de diversos estudios e investigaciones que han identificado no sólo un conjunto de utensilios pertinentes para su preparación y degustación, sino también un lenguaje propio; un conjunto de costumbres relacionadas a su preparación y degustación; expresiones artísticas de esta práctica (cuentos, leyendas, letra de canciones, imágenes pictóricas y fílmicas); y, por supuesto, una industria asociada a la producción del ingrediente principal (yerba mate) y los artefactos relacionados al mismo”, se precisó en los argumentos.