Ingresó en la Cámara Baja de la provincia un proyecto de Ley que prohíbe en Entre Ríos “la manipulación, uso, fabricación, detonación, comercialización y expendio mayorista o minorista cualquiera sea su modalidad, a título gratuito u oneroso, de todo elemento de pirotecnia que no haya sido calificado como de ‘venta libre’ y cuyos efectos audibles o sonoros sean superiores a 84 decibeles, cualquiera fuera su naturaleza y características”. Además, se restringirá el expendio o entrega de artículos pirotécnicos a menores de 16 años, confirmó AIM.
La iniciativa fue impulsada por la diputada provincial Carina Ramos, quien argumentó que la necesidad de restringir el uso de pirotecnia, “surgió de la propia peligrosidad de estos artefactos, legislando conforme al principio constitucional de protección de la salud y seguridad de los consumidores”.
En ese sentido, explicó que los artificios explosivos “generan efectos perjudiciales que impactan negativamente en la salud y seguridad de las personas, aumentando la ocurrencia de accidentes, siendo los más afectados los niños de entre cinco y 14 años y los usuarios y espectadores de estos productos son los principales perjudicados, al sufrir quemaduras de diversa gravedad, lesiones auditivas u oculares temporales y de por vida, intoxicaciones o pérdida de miembros”.
Además, apuntó que “es fundamental comprender que se perjudica a aquellas personas que sin utilizar artículos de pirotecnia o ser espectadores, padecen de forma grave su uso por terceros, como quienes tienen la condición del Trastorno del Espectro Autista (TEA) o Trastorno Generalizado en Desarrollo (TGD). Estas personas padecen de hipersensibilidad auditiva, por lo que, según lo expresan los familiares de niños con estas condiciones y asociaciones que los nuclean, al sentir las detonaciones de los fuegos artificiales, generalmente se tapan muy fuerte los oídos, tienen crisis de llanto e incluso llegan a autolesionarse”.
Asimismo, recordó que la organización mundial de la Salud (OMS) especificó que más del cinco por ciento de la población mundial padece pérdida de audición incapacitante, estimándose que la mitad de casos podrían evitarse si se adoptan los mecanismos necesarios y adecuados a las condiciones sociales de cada población.
También, “debe considerarse el daño que el uso de pirotecnia provoca en animales, tanto sobre los considerados ‘domésticos’ como sobre los silvestres: el ruido de las detonaciones genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo o muerte”, agregó Roamos, quien comentó que 2es conocido el trabajo de las organizaciones protectoras de animales para llevar adelante campañas de concientización sobre esta cuestión”.
Por otro lado, “ciertos artificios pirotécnicos provocan contaminación ambiental por las reacciones químicas entre los compuestos que generan los efectos lumínicos y sonoros, que se esparcen por el aire y luego caen en el suelo y el agua. Esto último implica una alteración negativa e irremediable al medio ambiente, lo que viola tanto principios constitucionales como la Ley Nacional 25.675 de presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente. Es por esto que se dispone la utilización de efectos lumínicos y juegos de láser y luces en los espectáculos que el Estado provincial organice o patrocine, con el fin de disminuir esta incidencia negativa sobre los ecosistemas”, dijo la diputada.
Si el proyecto avanza se prohibirá “la manipulación, uso, fabricación, detonación, comercialización y expendio mayorista o minorista cualquiera sea su modalidad, a título gratuito u oneroso, de todo elemento de pirotecnia que no haya sido calificado como de ‘venta libre’, que no se encuentren dentro de las características A 11 y B 3, y cuyos efectos audibles o sonoros sean superiores a 84 decibeles, cualquiera fuera su naturaleza y características”, y la restricción “se extiende a globos aerostáticos de pirotecnia; así como el encendido y liberación de los mismos al ambiente desde recintos abiertos o cerrados, públicos o privados”.
Tampoco se podrá vender “bajo cualquier concepto y modalidad, de artículos pirotécnicos a menores de 16 años”, ni se podrán utilizar en los eventos organizados o patrocinados por el Estado Provincial.