La Semana Internacional de la Ciencia y de la Paz se celebró por primera vez en 1986 como una iniciativa no gubernamental que formaba parte del Año Internacional de la Paz, y dado el éxito que tuvo se repitió su celebración cada año, hasta que en 1988 la Asamblea General de la ONU declaró oficialmente la Semana Internacional de la Ciencia y la Paz, que tendría lugar todos los años durante la semana del 11 de noviembre, constató AIM.
La Semana Internacional de la Ciencia y la Paz se celebró por primera vez en 1986 como parte del Año Internacional de la Paz. La organización de las celebraciones y actividades para la Semana se realizó como una iniciativa no gubernamental y dado el éxito que obtuvo, los organizadores continuaron sus esfuerzos en años sucesivos. En reconocimiento del valor de esta celebración anual, la Asamblea General aprobó la resolución 43/61 en diciembre de 1988, en la que proclamó la "Semana Internacional de la Ciencia y la Paz", que tendría lugar todos los años durante la semana del 11 de noviembre. La Asamblea General instó a los Estados Miembros y las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales a alentar a las instituciones, las asociaciones y a los particulares pertinentes a auspiciar conferencias y otras actividades que promuevan el estudio y la difusión de información sobre los vínculos entre el progreso científico y tecnológico, y el mantenimiento de la paz y la seguridad; y pidió a los Estados Miembros que promovieran la cooperación internacional entre los científicos.
La celebración anual de esta Semana Internacional contribuye enormemente a la promoción de la paz y fomenta un mayor intercambio académico sobre un tema de importancia universal, al mismo tiempo sirve para que el público en general tome conciencia de la relación existente entre la ciencia y la paz. Además, con esta semana se espera que cada año aumente la participación y, como consecuencia, las oportunidades de cooperación en las aplicaciones de la ciencia para la promoción de la paz durante todo el año.
La Semana va precedida por el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, que se celebra el 10 de noviembre.
La ciencia, la paz y el desarrollo
La ciencia es la herramienta que el ser humano ha creado tanto para comprender el mundo que le rodea, como para aplicar esos conocimientos en su beneficio. Los avances científicos nos permiten hallar soluciones a los nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales con los que construir un futuro sostenible. La ciencia tiene, además, un papel en la construcción de la paz al fomentar la cooperación internacional para alcanzar el desarrollo sostenible.
Acercar la ciencia a la sociedad es fundamental para que los individuos tengan los conocimientos necesarios y, de esta forma, puedan elegir sus opciones profesionales, personales y políticas. Además, sirve para atraer a los ciudadanos hacia el apasionante mundo de la investigación.
En este contexto, cada año, el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo promueve que los ciudadanos estén informados sobre los avances científicos, creando sociedades más sostenibles, al tiempo que favorece la comprensión sobre la fragilidad del planeta en el que vivimos.
La agencia de la ONU encargada de coordinar esos esfuerzos por acercar la ciencia a la sociedad, así como trabajar con los Estados Miembros en las dimensiones éticas que la ciencia plantea, es la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Para celebrar el Día, la Unesco organiza actos que promueven el acercamiento de la ciencia a la sociedad.
La ciencia abierta, no dejar a nadie atrás
Este 2019 hacemos hincapié en el concepto de “ciencia abierta”, no solo en el sentido de apertura para la comunidad investigadora, sino que se refiere a una ciencia abierta en cuanto a ciencia accesible a la sociedad.
En la actualidad, a pesar de los progresos conseguidos en los últimos años, todavía existen grandes disparidades entre y dentro de las diferentes regiones y los diferentes países cuando hablamos de acceso a la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) y del disfrute de sus beneficios. La “ciencia abierta” puede ser un paso fundamental para abordar estas disparidades y cerrar las brechas existentes de la CTI.
La comunicación abierta de los datos científicos, resultados, hipótesis y opiniones se encuentra en el corazón del proceso científico. En este contexto, Open Science (ciencia abierta) es un creciente movimiento mundial para hacer que la investigación científica y los datos científicos sean accesibles para todos. Asimismo, este movimiento puede fomentar la colaboración científica y los descubrimientos científicos y facilitar la buena adopción de las tecnologías. Puede ser también un gran paso para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, particularmente en África, los países en desarrollo y en los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID).
¡Hagamos que la ciencia abierta sea una realidad, que se convierta en la herramienta que haga que la ciencia sea más accesible, el proceso científico más inclusivo y los resultados científicos más cercanos y disponibles para todos!
No solo un día, sino toda una semana
El Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo es un evento anual que se celebra en todo el mundo desde el año 2002 para recordar el compromiso asumido en la Conferencia Mundial sobre la Ciencia Disponible en inglés, que se celebró en Budapest en 1999, bajo el auspicio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Consejo Internacional para la Ciencia (CIC).
Su propósito es renovar el compromiso, tanto a nivel nacional como internacional, en favor de la ciencia para la paz y el desarrollo, y hacer hincapié en el uso responsable de la ciencia para el beneficio de las sociedades, en particular, para la erradicación de la pobreza. El Día Mundial también tiene por objeto lograr una mayor concienciación en la opinión pública sobre la importancia de la ciencia y colmar la brecha existente entre la ciencia y la sociedad.
En la reunión de Budapest se consideró que el establecimiento de este Día constituiría una oportunidad para reafirmar cada año la voluntad de alcanzar los objetivos proclamados en la Declaración sobre la Ciencia y el Uso del Saber Científico y para el seguimiento de las recomendaciones del Programa en pro de la Ciencia: Marco General de Acción.
El Día además es la puerta que abre la Semana Internacional de la Ciencia y la Paz, que se venía celebrando desde 1986, cuando se observó el Año Internacional de la Paz. La organización de las celebraciones y actividades para la Semana se realizó como una iniciativa no gubernamental.
Al igual que en el Día Internacional, la ONU invita a los Estados Miembros, las distintas organizaciones, asociaciones y particulares pertinentes a auspiciar conferencias y otras actividades que promuevan el estudio y la difusión de información sobre los vínculos entre el progreso científico/tecnológico y el mantenimiento de la paz y la seguridad.