El 11 de enero de 1996 murió el gran actor cómico argentino Mauricio Borensztein, famoso por su pseudónimo de Tato Bores.
Tato murió de cáncer óseo, enfermedad que lo mantuvo alejado de la televisión en su último año, porque le causaba grandes dolores físicos y problemas para desplazarse.
Después de la operación de una hernia de disco en la clínica Mater Dei, le informaron que no podría volver a trabajar. También estuvo en control en el Sanatorio Cantegril, de Uruguay, país donde le gustaba ir de vacaciones.
Tato fue reconocido por su humor político, sus críticas al gobierno de turno, que hacía de manera jocosa, logrando decir a los argentinos lo que más nadie se atrevía. Se rodeó de muy buenos libretistas y se caracterizó por la innovaciones en sus programas.
Considerado uno de los mejores, se presentaba ante el público con una peluca, unos anteojos de marco grueso negro y un habano, además de vestido por un frac, narrando la historia política de argentina, con un toque de humor.
Fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, pocos años antes de su muerte. Sus restos fueron velados íntimamente en su domicilio e inhumados en el Jardín de Paz.