La fecha se conmemora desde que en setiembre de 1995, y pese a la resistencia de multitudinarias manifestaciones en todo el mundo, el entonces presidente de Francia Jacques Chirac, reanudó las pruebas nucleares a cielo abierto, en el Atolón de Mururoa, en el Pacífico Sur, registró AIM.
Movimientos pacifistas, ecologistas y antinucleares del mundo establecieron el Día Mundial de Protesta Antinuclear, al 14 de julio de todos los años, para oponerse a las pruebas nucleares que los países desarrollados realizan en determinadas regiones del planeta.
Los movimientos ecologistas, pacifistas y antinucleares de todo el mundo recuerdan en la jornada la necesidad de eliminar el arsenal nuclear, pero también de enfrentar el avance de la energía atómica.
Esta oposición se estableció porque en septiembre de 1995, a pesar de la resistencia de todos los continentes, el presidente de Francia Jacques Chirac, efectuó las pruebas nucleares, en el sector denominado Atolón de Muroroa en el Pacifico Sur.
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Desde setiembre de 1995, cuando pese a la resistencia de todo el mundo, el presidente de Francia Jacques Chirac, resolvió reanudar las pruebas nucleares a cielo abierto, en el Atolón de Mururoa, en el Pacífico Sur, todas las entidades planetarias vinculadas al desarme nuclear –y más recientemente a frenar el avance de la energía atómica- decidieron movilizarse en la fecha.
Greenpeace, la Campaña Mundial para Abolir las Armas Nucleares, Desarme Nuclear Europeo y Amigos de la Tierra Internacional, lideran el medio centenar de organizaciones que promueven movilizaciones cada año, particularmente en los países más involucrados con proyectos nucleares.
La mayor de las movilizaciones a la fecha fue la de 1982, cuando un millón de personas en el Central Park de Nueva York, exigieron el cese de la guerra armamentista que continúa desde la Guerra Fría, y ha sido considera la mayor protesta antinuclear en Estados Unidos.
De las armas atómicas a la energía nuclear
Si bien originalmente los movimientos antinucleares centraron el tema en el desarme nuclear, con los años –y a raíz de los accidentes en plantas atómicas- el problema derivó a la órbita de la generación energética a partir de combustible nuclear.
Los países han ido reconociendo paulatinamente la necesidad de abandonar esta energía ante los riesgos que implican. En 2011 una lista que integran: Australia, Austria, Dinamarca, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Liechtenstein, Luxemburgo, Malta, Portugal, Israel, Malasia, Nueva Zelanda y Noruega ratificaron su postura de no empleo de la energía nuclear, mientras otros como Alemania y Suiza, han iniciado una campaña de supresión gradual del sistema.
Greenpeace pionera de los movimientos en la jornada
Para la organización Greenpeace que organizó las primeras movilizaciones antinucleares referidas a la fecha, el tema del uso militar y la experimentación con energía atómica es solo una de las facetas del problema. Liderando los movimientos antinucleares que centraron el tema en el desarme nuclear, los accidentes en plantas atómicas por distintas causas ha determinado que el problema tenga un horizonte mucho más amplio.
En esa línea proponen definitivamente el abandono de la energía nuclear, algo que algunos países, pese a ser grandes consumidores ya han adoptado (Suecia, el 9º consumidor mundial de energía fue el primero en 1980). Nueva Zelanda, Bélgica, Italia y Alemania –éste último e 4º consumidor mundial de energía- también adoptaron esa medida, mientras otras naciones como España, Austria, Polonia y Holanda, ya anunciaron que no continuarán construyendo reactores nucleares.
El accidente de Fukushima, el más reciente en la larga lista de problemas con radioactividad, ha mostrado, afirman los ecologistas, una vez más la extrema peligrosidad del tema, cuyas consecuencias por falla de un solo reactor pueden dañar ecosistemas en el mundo entero.