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Salud y Bienestar
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Balestrino: “No hay respuesta unívoca a qué hacer con el padecimiento de nuestra juventud y eso lo tenemos que construir”

“Salud mental comunitaria – tecnología para la organización de redes de cuidados en la zona oeste de la ciudad de Paraná” es un proyecto que permitirá que redes de solidaridad entre instituciones que van detectando situaciones problemáticas puedan hacer un seguimiento. “La posibilidad de contener a nuestros pibes es lo que más nos importa”, afirmó a AIM Florencia Balestrino, integrante de la comisión directiva de la Fundación Presencia Presente.

El proyecto “Salud mental comunitaria – tecnología para la organización de redes de cuidados en la zona oeste de la ciudad de Paraná” se suscribió el 29 de agosto pasado en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Uner) con instituciones que participan del mismo y que fue admitido por el programa nacional de Tecnología para la Inclusión Social.

“Este trabajo es incipiente, pero con muchos vestigios y antecedentes en las experiencias que tanto Fernando (Sasetti) desde la Facultad, como en mi caso desde la Fundación hemos venido trabajando y que pudieron sintetizarse en este proyecto”, explicó Florencia Balestrino a esta Agencia.

El objetivo general del proyecto es el de fortalecer el acompañamiento de personas con padecimientos de salud mental con el objetivo de garantizar los derechos al cuidado integral de la salud, basados en la presencia activa de las organizaciones de la comunidad empleando tecnologías apropiadas que optimicen el trabajo y el uso de los recursos.

“Lo que nos interpela inicialmente es la situación que se vive concretamente en el Barrio Anacleto Medina y la inquietud que surge entre las asociaciones que conformamos la Red Creer, que son referentes de instituciones educativas, de salud, clubes y entidades religiosas de los Barrios Anacleto Medina, Santa Rita, San Jorge y Gaucho Rivero respecto de la situación de nuestros jóvenes respecto de muchos tipos de padecimientos que tienen que ver con los consumos, el suicidio, el abuso, las autolesiones y todas estas situaciones que van siendo registradas por distintos actores de la comunidad”, señaló la integrante de la Fundación Presencia Presente.

“Esto puede estar registrado por los psicólogos de la escuela, en el centro de salud, por organizaciones sociales que tienen espacios o dispositivos de asistencia de psicólogos, como es el caso de Vientos de Libertad, el Hogar de Cristo, o Boina de Vasco en Anacleto Medina Norte; lugares donde nuestros jóvenes van dejando pistas, rastros de sus padecimientos, de situaciones que les suceden y que se van perdiendo esos registros, donde no hay un seguimiento, lo que hace que no se pueda nunca terminar de reconstruir una historia y, por sobre todas las cosas, una ayuda y un apoyo que resulte provechoso para el joven”, detalló Balestrino.

“A partir de las experiencias que íbamos viendo y que se recogen en la escuela secundaria Pablo De Tarso, en la Gaucho Rivero y cómo se van armando derivaciones al Centro de Salud D´Ángelo pero que dependían de la buena voluntad porque había contactos interpersonales, o porque se conocen las personas”, ya que “no hay una verdadera red que esté institucionalizada y que permita que los jóvenes que puedan transitar por Vientos de Libertad donde lo vio un psicólogo, o porque tuvieron una entrevista con un profesional en el D´Ángelo, o en el Hospital Escuela o en el San Martín. Tener todos estos rastros del recorrido de nuestros jóvenes nos permitiría poder hacer un mejor tipo de acompañamiento, seguimiento y actividades de prevención”, resaltó.

El proceso de salud-enfermedad-cuidados-atención se desarrolla principalmente en la comunidad y de manera más acotada en el tiempo en las organizaciones del sistema de salud. Generalmente, la comunicación entre las organizaciones de la comunidad y los efectores de salud se desarrollan de forma personal, por canales informales y limitados a un “caso”, perdiendo la potencialidad de las redes de cuidado. Suele observarse, desde el ámbito hospitalario, la llegada de personas en estado de crisis, sin información o datos de su trama vincular y social, que demora los procedimientos y acciones.

En el territorio barrial, “Esto que veíamos que estaba sucediendo de hecho entre las instituciones de la red, los whatsapp personales o porque el psicólogo de la escuela primaria Gianelli se conoce con la psicóloga de la secundaria y le deriva un caso; tratar de ver cómo todos estos encuentros, derivaciones, registros que íbamos tomando de la actividad cotidiana de cada una se empezaban a constituir en una fuente de información que permitiera poder acompañar de manera que resultara en la posibilidad de contener a nuestros pibes que es lo que más nos importa, que estas redes de solidaridad entre instituciones que vamos detectando situaciones problemáticas podamos hacer un seguimiento, que la escuela que deriva un caso al centro de salud después tenga la certeza de que ese chico fue a un turno que le consiguió, y si este chico después no va al turno nosotros desde la escuela podamos saber, ir a visitarlo, si dejó la escuela podamos saber dónde referenciarlo; es decir, ir construyendo una red de los recursos disponibles que tenemos a nivel de las organizaciones sociales de la comunidad para ir trabajando juntos y poder ir acompañando mejor a nuestros jóvenes”, remarcó Balestrino.

Desde la Red Creer, “el año pasado organizamos una jornada de prevención del suicidio, porque hay muchos casos en el Barrio. Intuitivamente tenemos ese dato porque conocemos a la familia; no hay estadísticas, por eso salimos a hacer una jornada de prevención y ahí convocamos a todas las instituciones: escuelas, clubes, asociaciones, organizaciones, a la militancia, y ahí nos dimos cuenta que la desesperación por saber cómo ayudar y qué hacer para ayudar a los jóvenes no está resuelta, no hay una respuesta unívoca al problema de qué hacer con el padecimiento de nuestra juventud y eso lo tenemos que construir a partir de las situaciones concretas que se van presentando, porque cada caso es una realidad diferente, que quizás puedan tener la idiosincrasia propia de una comunidad determinada, pero que en general tienen que ver con la particularidad del caso, su situación cultural, familiar, con las posibilidades que ha tenido, su historia de vida, por eso no hay tantas generalizaciones y recetas que se puedan dar y servir para resolver un problema a nivel global, sino que lo que sirve es ir caso por caso acompañándolo”, manifestó Florencia Balestrino y agregó: “Esa compañía y cercanía que vamos produciendo con cada uno de los casos es lo que la tecnología nos viene a dar respuesta”.

La principal innovación radica en incluir tecnologías de la información y comunicación para potenciar las acciones que se realizan en redes de organizaciones sociales heterogéneas (Salud, educación, Recreativas y Deportivas). La tecnología permitirá la posibilidad de participación de actores locales en distintas etapas del proceso de salud -enfermedad-atención-cuidados de forma coordinada, registrando las trayectorias de las personas con problemas de salud mental en la comunidad.

“La Facultad de Ingeniería, a través del desarrollo de un software permitiría la definición de cuáles serían las actividades registrables que nosotros estaríamos en condiciones de poder establecer -respetando la privacidad de la información de cada una de las personas- este recorrido que van haciendo nuestros jóvenes por distintas instituciones, ámbitos, profesionales, que permitan hacer un acompañamiento personalizado”, consignó la integrante de la Fundación Presencia Presente. “Eso nos permitiría estar en un mejor contacto, porque hay muchos rastros que vamos perdiendo pista, y si bien la escuela Pablo De Tarso es de gestión social y por eso tenemos un equipo que hace un trabajo uno a uno, no todas las escuelas hacen esto mismo; por eso nosotros creemos que estamos en condiciones de hacer una experiencia piloto, de ver cómo funciona esto de articular escuela, centro de salud, organización barrial para poder tener rastros de su historia para poder acompañarlos y ayudarlos mejor en su vida cotidiana, escolar, en todo lo que significa la posibilidad de construir un futuro”, concluyó Florencia Balestrino.

Fuente: De la Redacción de AIM
TECNOLOGÍA PARA REDES DE CUIDADO FUNDACIÓN PRESENCIA PRESENTE FACULTAD DE INGENIERÍA UNER

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