Feliz es el hombre que sabe distinguir lo real de lo irreal, lo eterno de lo transitorio y lo bueno de lo agradable, por la discriminación y la sabiduría. Doblemente bendito es quien conoce el Amor verdadero y sabe amarse a sí mismo, sosteniendo todos sus hábitos. Una casa no puede permanecer en pie, sin firmes cimientos. Por las Profesoras de Yoga Lucrecia Righelato y Gisela Righelato.

Luego de tomar un descanso en dónde las personas se relajan en todos sus aspectos, crea bienestar y gratitud.

Al regresar de ese descanso y retornar a las actividades diarias y la rutina suele aparecer el estrés repentino.

El yoga es una técnica milenaria que trabaja con diferentes métodos para lograr bajar el nivel de estrés, el equilibrio y la armonía perfecta; otros de sus beneficios es el regular el sueño teniendo un buen descanso y la flexibilidad tanto en el físico como en lo externo.

Dentro del yoga, se trabaja con diferentes herramientas, una de ellas y muy efectiva es el tipo de respiraciones.

El número de respiraciones por minuto cambia el estado de nuestro sistema nervioso autónomo y por ende el ánimo de las personas.

La frecuencia de respiración, número de respiraciones por minuto, es un indicador de la actividad del Sistema Nervioso Autónomo.

El Sistema Nervioso Parasimpático (se encarga de relajar, digerir el alimento, nutrir el cuerpo), se activa cuando se respira lento y profundo y se caracteriza por una frecuencia más baja.

Es necesario tomar este ejemplo y esta herramienta, ya que, al lograr relajarse y equilibrar el funcionamiento de los órganos -cómo nutrir el cuerpo- se mantiene ese estado y frecuencia vibratoria de bienestar.

A continuación, se describe cómo realizarla para su práctica en lo posible en la mañana o cuando se precise.

-Tumbarse boca arriba, con la mano derecha en el pecho e izquierda en la zona abdominal. Sentir el movimiento.

-Inhalar en cuatro tiempos (se pueden contar cuatro latidos del corazón) llenando los pulmones.

-Exhalar en ocho tiempos contando latidos del corazón y ajustando la glotis para que el aire salga de manera lenta y controlada.

-Repetir entre cuatro y ocho respiraciones completas por minuto.

Luego de su práctica, observar sus cambios y volver a repetirla a diario para lograr ese equilibrio constante.
Artículo publicado en el Material Educativo de Icarus Centro de Salud & Longevidad.