El chocolate activa una parte del cerebro que alivia el dolor y hace que sea difícil parar de comerlo, reveló un estudio difundido en la publicación especializada Journal of Neuroscience en Estados Unidos.
La profesora de neurología Peggy Mason y el investigador en neurobiología asociado Hayley Foo, de la Universidad de Chicago alimentaron a ratas con una barra de chocolate mientras encendían una lámpara eléctrica debajo de sus jaulas.
El calor irradiado por la lámpara provocaba que las ratas levantaran sus garras. Pero cuando las ratas comían chocolate o tomaban agua, su respuesta al calor se atenuaba y no levantaban sus garras con tanta rapidez. A su vez seguían comiendo.
Mason sostenía que al alimentarse se estimulaba el sistema en una parte del cerebro que controla las respuestas del subconsciente y que es conocido por aliviar el dolor. Esta forma natural de aliviar el dolor ayuda a los animales salvajes a evitar distracciones al alimentarse cuando falta comida, pero para los hombres en tiempos modernos contribuye a la sobrealimentación y a la obesidad.
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