Una crisis económica puede conducir a salir de la zona de confort, ya que el ser humano es, frecuentemente, muy vulnerable a los cambios, lo que puede ser el desencadenante de un hiperestres. Por la doctora Estefanía Peltzer. Médica Especialista en Medicina General y Familiar (*).

La fisiología humana es increíblemente sabia, ha desarrollado un ritmo circadiano y un sistema de alarma perfecto, regido por el sistema neuroendocrino, que permite despertar por la mañana o reaccionar ante una situación de peligro, a este se llama estrés normal o Eusteres, condición necesaria que ha perpetuado la supervivencia como especie por millones de años.

Pero, es importante preguntarse qué sucede si esta percepción de peligro, como puede ser una crisis económica, se torna constante y persiste en el tiempo. Esto favorecerá el aumento de una hormona segregada por la glándula suprarrenal, el Cortisol, y otras como la Adrenalina, y Noradrenalina. Por esta situación es importante conocer que el ser humano se encuentra preparado para enfrentar situaciones de estrés agudo, por ejemplo, cuando se era acechado por un depredador, pero por lo contrario no está adaptado para soportar el estrés crónico o la exposición a un estresor por tiempo prologado. Esto termina por agotar el sistema neuroendocrino desencadenando una cascada de fenómenos fisiológicos responsables de consecuencias nefastas para la salud.

Entre las manifestaciones más frecuentes del hiprestres se encuentran la fatiga, las alteraciones de la memoria, mareos, dolor y tensiones musculares, trastornos del sueño, ansiedad, hiperglucemia, hipertensión arterial, síntomas digestivos o manifestaciones en piel, entre otros.

Entonces, ¿puede ser la crisis un punto de partida de nuevas oportunidades? ¡Claro que sí lo es! La clave para lograrlo es: “La Resiliencia”.

Ahora bien, ¿qué es la resiliencia? es la capacidad de sobreponerse a una situación adversa, y aun salir fortalecido de la ella.

¿Cómo saber si alguien es resiliente? ello es muy fácil de saber si se hacen estas preguntas: ante un problema contratiempo o desafío, ¿utiliza la fuerza interior para sobreponerse, recuperarse y reponerse o, por el contrario, permanece en el problema, victimizándose, estático, con conductas poco saludables, que perpetuán la angustia, ansiedad, enojo?

El dato más interesante es que la resiliencia puede adquirirse y aprenderse. Incluso las investigaciones demuestran que no se nace con ella, si no que se cultiva y forma desde muy pequeños. Es importante trabajar en equipo para adquirir herramientas que permitan llevarla a cabo, bienvenidos al primer paso para ello, centrarse en la acción y en soluciones, siempre.

Existen herramientas básicas para contrarrestar el hiperestres y practicar la resiliencia. Sin dudas mantener un estilo de vida saludable que implique un descanso adecuado, incorporar alimentos más saludables y realizar actividad física regular, harán a los sistemas y órganos mucho más resilientes. El cuerpo humano posee un poder de autoreparación y sanación tan increíble como apasionante. El movimiento, la danza, el yoga, la música relajante, la conexión con la naturaleza o el ocio, abrazar, conectar, disfrutar con tus afectos, son acciones con un gran poder de combatir el distres y estimular el tono parasimpático.

Las cinco reglas para ser resilientes
1. No luchar contra la situación, sino aceptarla. Mirar al problema como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.
2. Concentrarse en el presente, no quedarse en el pasado, que no se puede cambiar, ni en el futuro, cuando aún no se sabe qué ocurrirá.
3. Transformar el miedo en fortaleza, toda crisis trae cambio y todo cambio genera miedo. Se debe ser valiente.
4. Cambiar de pensamiento. Se debe ver las cosas de manera distinta y soltar creencias que ya no sirven. Si alguien quiere que las cosas cambien o sean diferentes, se debe actuar de forma distinta.
5. Planear, planificar, buscar soluciones, transformarse en el mejor estratega

Las crisis son circunstancias que pueden sacar lo mejor, o lo peor de cada persona. Entonces, ¿cómo se puede ser la mejor versión?

· Observar la situación actual: es importante conocer con que recursos de base se cuenta, tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista emocional, al final de cuentas lo físico viene y va. De esa forma se podrá idear un plan de acción.

· Planificar: hacer un plan le ayuda a estar preparado o saber cómo debe reaccionar. Comenzar teniendo un plan bien detallado acerca de sus gastos fijos y de los variables. Armar un plan de gastos: llevar la cuenta de todos los gastos que se realizan y pensar cuáles son los rubros en los que se pueden reducir los costos.

· Re-usar, muchos de los gastos cotidianos suelen ser innecesarios. Una buena opción para evitar compras por demás es reciclar. Tener una huerta en el hogar: siempre es una buena opción ya que es la mejor manera de asegurarnos que el alimento, pase lo que pase, jamás nos falte.

· Buscar ofertas y priorizar hacer todo aquello que se pueda de forma cacera, significará reducir gastos innecesarios

· Mantense positivo, la forma en que reacciona ante las situaciones tiene un gran impacto en cómo sobrellevar lo que está pasando. Mantener una actitud positiva ante cualquier crisis. Recordar que si se ha caído uno debe de levantarse, esta situación no durará por siempre.

· Tener la capacidad de modificar el plan: puede tenerse un plan bien detallado acerca de cómo se imaginaba la vida, pero muchas veces las crisis no avisan y se debe tener la capacidad y el poder de modificar el plan.

· No hay soluciones rápidas ni mágicas para superar las crisis, los cambios no se pueden dar de la noche a la mañana. Sencillamente porque lo que fácil viene, fácil se va. El camino del crecimiento personal requiere de invertir tiempo y esfuerzo. Y aún más importante, se requiere de una voluntad firme, una decisión.

· Difícilmente se encontrará respuestas preguntándose “por qué”, pero siempre las habrá en el “para qué”. Por lo tanto, es necesario el aprendizaje o la lección escondida detrás de esa crisis. Toda crisis trae una o varias enseñanzas. A veces es necesario tocar fondo, para tomar impulso y llegar más alto.

· Agradecer siempre, de seguro gracias a todo lo que alguien transita, se descubre capacidades que no sabía que existían.

(*) Directora Interina de Icarus Centro de Salud & Longevidad.
Artículo publicado en el Material Educativo de Icarus Centro de Salud & Longevidad