Una de las cosas más importantes que podemos hacer por nosotras y que está en la cúspide de un autocuidado responsable y feminista, es detenernos a vivir nuestros procesos. Esto es necesario especialmente cuando estamos menstruando, e incluso desde antes (es decir, cuando estamos premenstruales y el mundo puede parecer que se nos viene abajo).
Este momento, que implica dolor, desgaste y cansancio tanto físico como emocional, debería ser sagrado. Porque no es sólo lo anterior sino una conexión profunda con el universo, con la vida y la muerte, nuestra oscuridad y la mujer sabía que hay en nuestro interior. Por eso y por muchas otras cosas de las que hablaremos después, entramos en un momento que es sólo nuestro para detenernos, cobijarnos, conectarnos. Para sentir todo lo que tenemos que sentir y ser un poco egoístas con el resto del mundo que sólo sabe exigir.
Y sí, lo sé. Quizá el hablar de detenerse y de vivir un momento el dolor (y con esto hablar de no trabajar o estudiar o atender responsabilidades externas) a muchas les sonará como una locura, o bien, como un lujo.
Seamos honestas, el mundo nos está consumiendo. El ritmo de vida que llevamos no nos permite parar más de cinco minutos, no nos deja ir hacia adentro, ni mimarnos, ni nos da por lo menos un día para quedarnos en casa. ¡Porque hay tantas cosas qué hacer! A veces pensamos que no hay tiempo, y que primero están esas responsabilidades.
Algo que he notado en la vida de las mujeres a mi alrededor y de mí misma hace unos años, es que cuando creemos que no tenemos ese tiempo, ese espacio para sentir, lo que hacemos con el dolor es anestesiarlo. Tomar una de esas famosas pastillas para los cólicos, y asunto arreglado. Podemos hacer cualquier cosa. ¿No?
Pues no. Verás:
Si has leído un poco más en el blog, sabrás que no soy partidaria del uso de sedantes de origen químico (las famosas pastillas para los cólicos, y ya que estamos en esto: de ninguna pastilla). Muchas me preguntaron qué hacer entonces cuando el dolor es insoportable, o si simplemente ese dolor no permite vivir con normalidad.
Por eso, ahora vengo a contarte algunas alternativas que utilizo yo para aliviar naturalmente los cólicos menstruales, sin químicos, sin gastar mucho, y sin contaminar el planeta. Porque, hermana, no tienes que hacerle daño a tu cuerpo para vivir sin dolor.
Estas alternativas que te ofrezco no sólo quitan el dolor, sino que con la práctica son buenas herramientas para ayudar a sanar profundamente cada ciclo. Te ayudarán a mimarte, a escucharte, a cuidarte un poquito más. Te aseguro que te vas a enamorar.
Recuerda que menstruar no tiene por qué doler en extremo a un nivel físico, y que si tienes cólicos insoportables o un sangrado fuera de lo normal debes ir al médico lo antes posible.
- Hierbas como té o infusiones
Soy la primera en ofrecer a cualquiera que me conoce un té como remedio para prácticamente cualquier cosa. No me puedo creer todavía lo maravilloso que puede resultar un buen té para el cuerpo, el útero y el alma.
Hierbas las hay “para todo mal”: para quitar los cólicos, aliviar tensiones, para calmar la mente y descansar mejor. Incluso nos puede ayudar a llevar las emociones difíciles, entre otras cosas que con un poco de amor y tiempo podemos sanar. El té nos ayuda no sólo con el dolor físico, que es el que sentimos más urgencia de aliviar, sino que también puede ser muy bueno cuando se trata de dolor emocional.
Además, muchas veces sufrimos cólicos por eso que llamamos “frío de útero”, y un té, a veces por el simple hecho de estar calientito, al beberlo y tenerlo cerca, los músculos se relajan y la sensación es de mejora instantánea.
Ahora, una advertencia: las hierbas tampoco deben usarse como sedantes y nada más. Hay que respetarles y valorar sus propiedades que son mágicas y ancestrales. Úsalas siempre con tu consciencia abierta y tus intenciones claras.
- Calor
Como ya mencionaba, el calor es muy importante pues nos permite relajar nuestro cuerpo y evita que nuestro útero se tense al momento de menstruar. A veces eso es lo único que necesitamos para sentirnos mejor.
Un cojín de calor o una compresa de agua caliente es una forma fácil y cómoda de darnos calorcito. Puedes comprarlo por internet o en tu mercadito ecológico más cercano, pero también es muy fácil hacerlos tú misma.
Para hacer una compresa caliente: moja una toallita en agua muy caliente, ponla en una bolsa y luego sobre tu cuerpo hasta que se le baje la temperatura. Si quema, puedes ponerla sobre una manta. Repite tantas veces como desees.
Otra manera es llenar una calceta o medias con arroz y calentarla en el microondas unos segundos. Si lo deseas, puedes agregar aceites esenciales al arroz. Es fácil, económico, y se amolda perfecto a cualquier parte de tu cuerpo. Recuéstate o siéntate en un espacio que encuentres cómodo. Puedes usarla en el vientre, en la zona lumbar e incluso en tus pies mientras meditas, lees, ves una serie en la tv o simplemente al dormir.
Puedes hacer esto aún más fácil con una cobija térmica. O simplemente un baño con agua caliente.
III. Cuarzos
El chacra sexual o Svadhishthana se encuentra justo donde está nuestro útero, conocer este chacra es uno de los pasos más importantes que nos puede llevar a sanar. La meditación con cuarzos para limpiar los chacras es una práctica que me encanta, porque son piedras mágicas y muy puras, y me siento renovada cada vez que las uso. Es una herramienta que uso como meditación y como limpieza profunda, pero especialmente cuando estoy menstruando como una forma de aliviar el dolor.
Recostada boca arriba tomas el cuarzo, lo pones entre el ombligo y el hueso público, de preferencia en contacto directo con la piel, y te concentras en tu respiración a través de ese chacra.
Es una técnica que puede funcionar muy bien con visualización y respiración controlada, pero con el simple hecho de que el cuarzo esté en contacto con tu cuerpo es más que suficiente, así que no te preocupes por nada y déjala actuar. Es una limpieza profunda que con el uso recurrente no sólo te hará sentir mejor a nivel físico, sino también emocional y espiritualmente.
Las mejores piedras que puedes utilizar para este chacra son la cornalina, el jaspe rojo y la calcita naranja. No son difíciles de conseguir y tampoco muy caras. Te prometo que utilizar los cuarzos va a cambiarte la vida.
- Masajes y bálsamos
Los bálsamos naturales son perfectos también para dar amor al cuerpo, aplicados en un masaje. En la pelvis, vientre y lumbares, antes y durante la menstruación, ayudan a relajar los músculos y dar calor al cuerpo. Además, el resultado será más beneficioso si utilizas aceites naturales y hierbas con propiedades antiinflamatorias como la manzanilla, la caléndula o el geranio.
Recuerda que cada una vive sus procesos de formas diferentes y habrá una u otra alternativa que te funcione mejor. Siempre puedes combinarlas y acompañarlas con mucho amor, relajación, y tus actividades favoritas.
Por Sol Cervantes para Sol Desnudo.-
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