Una carga viral indetectable hace imposible la transmisión sexual del VIH. Así concluye un nuevo trabajo, publicado en la revista The Lancet, en el que han colaborado la Fundación Lucha contra el Sida, el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa (España) y el centro comunitario BCN Checkpoint.
El estudio Partner 2, liderado por el University College de Londres y la Universidad de Copenhague, aporta una importante herramienta para luchar contra la discriminación y demuestra que en las personas bajo tratamiento y con una carga viral indetectable, el riesgo de transmisión sexual del VIH es nulo.
La investigación cuenta con el seguimiento durante dos años de 782 parejas gais serodiscordantes –es decir, en las que solo uno de sus miembros tiene VIH– que han realizado un total de 76.000 actos sexuales sin utilizar preservativo ni otro método de prevención adicional.
Durante este tiempo solo se diagnosticaron 15 nuevas infecciones dentro del grupo, pero ninguna de ellas estaba vinculada con la pareja seropositiva en tratamiento. Así, los autores –pertenecientes a 75 centros de 14 países de Europa– han demostrado mediante pruebas genéticas del virus que esos 15 casos no se produjeron por relaciones dentro de la pareja.
“Este hecho proporciona evidencias sólidas de que el riesgo de transmisión del VIH en parejas homosexuales a través del sexo sin condón cuando la carga viral está suprimida es cero”, afirma Pep Coll, médico e investigador en las tres instituciones de Cataluña.
Hoy el tratamiento contra el VIH dispone de una batería de más de 30 fármacos para combatir el virus, fruto de la combinación de 23 principios activos, que ha permitido que la esperanza de vida de las personas infectadas sea similar a la de la población seronegativa.
A pesar de los avances científicos y la cronicidad de la enfermedad, el estigma social sigue estando muy presente. Uno de los principales motivos de rechazo es el miedo a la infección, en la mayoría de casos originada por el propio desconocimiento.
Para Coll, Partner 2 confirma que el tratamiento del VIH es una valiosísima herramienta de prevención. “Esta información no solo es vital para informar sobre la profilaxis del VIH, sino que proporciona pruebas sólidas para romper el estigma que aún lleva asociado”, apunta. Para alcanzar los niveles indetectables, normalmente se requieren unos seis meses de terapia antirretroviral, dependiendo de los fármacos empleados, y es imprescindible que el tratamiento no se interrumpa nunca.
No obstante, esta supresión viral se debe controlar con regularidad para garantizar un buen estado de salud de las personas en tratamiento, así como los beneficios implícitos para la salud pública ya que se rompe la cadena de transmisión del VIH. “Todo ello refuerza los beneficios de hacerse la prueba periódicamente y empezar el tratamiento tan pronto como sea posible”, afirma Coll.
Estos datos se suman a los del estudio Partner 1, publicado en 2016. En ese caso, en más de 58.000 relaciones sexuales sin preservativo no se produjo ninguna transmisión del VIH.
Sin embargo, la fuerza estadística de los resultados no era suficiente para poder sacar conclusiones sobre el valor preventivo del tratamiento antirretroviral en hombres gais, bisexuales y hombres que practican sexo con hombres, o para las relaciones sexuales anales, como sí lo fue para la penetración vaginal.
“En el análisis de muchos miles de actos sexuales no se ha detectado ninguna transmisión del virus cuando la persona seropositiva está suprimida viralmente, es decir, que tiene menos de 50 copias del VIH por mililitro de sangre o niveles indetectables”, explica Ferran Pujol, director de BCN Checkpoint.
Aun así, recuerda: “Cuando se desconoce el estado serológico de la otra persona o su carga viral, como podría ser el caso de parejas sexuales esporádicas, es recomendable utilizar algún tipo de protección. En este sentido la medicación preventiva, conocida como PrEP, también ha demostrado ser del todo eficaz para evitar la infección por VIH”.
Jose Muñoz-Moreno, psicólogo de la Fundación Lucha contra el Sida, subraya cómo este conocimiento puede empoderar a las personas que viven con el VIH. “Saber que no pueden transmitir el virus por vía sexual les da más seguridad a la hora de iniciar nuevas relaciones y tomar conciencia sobre sí mismos como agentes importantes de prevención en la reducción de la epidemia”, señala.
Fuente: Fundación Lucha contra el Sida
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