Cada año son desechados al menos 931 millones de toneladas de comida, pese a que la inseguridad alimentaria crece en el mundo. La Agenda 2030 en el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº 12 invita a reducir a la mitad el desperdicio de alimentos por persona y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción, constató AIM.
En el mundo se desperdicia al menos 17 por ciento de los alimentos disponibles para consumo, esto significa que 931 millones de toneladas de comida terminan en la basura, según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Cada año se tiran 121 kilos de comida por persona.
A nivel mundial más de 800 millones de personas se van a dormir sin tener cubiertas sus necesidades básicas de alimentación. Si vemos la situación en nuestro país, más del 30 por ciento de niños, niñas y adolescentes sufre emergencia alimentaria. Es incoherente que esto suceda al mismo tiempo que en el planeta se desperdicia el 40 por ciento de los alimentos.
Los residuos que surgen del desperdicio de comida representan entre el ocho por ciento y el 10 por ciento de los gases del efecto invernadero. Se utilizan 4.4 millones de km² de tierras agrícolas y 760 km³ de agua para producir el alimento que luego se desperdicia. Es momento de redoblar nuestros esfuerzos para frenar el desperdicio de alimentos, solucionar los problemas mundiales de inseguridad alimentaria y desnutrición y reducir los impactos en la salud ambiental.
En América Latina y el Caribe se pierden alrededor del 12 por ciento de sus provisiones, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En Argentina se desperdician 72 kilos por persona por año, el 12,5 por ciento de la producción agroalimentaria del país, siguiendo datos de la Dirección de Agroalimentos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Desde 20018 nuestro país cuenta con la Ley 27.454 que creó el plan nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos.
En un país como Argentina la merma de frutas y hortalizas es grande. Se consumen alrededor de 100 kilos de frutas y hortalizas por año, en total consumimos cuatro millones y medio de toneladas al año. Hay cálculos que dicen que se desperdicia alrededor de un 40 por ciento.
Se prevé que para 2050 el crecimiento poblacional a nivel mundial incrementará la demanda y producción de alimentos. Esto ejercerá una presión mayor sobre los recursos naturales. En la Agenda 2030 el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº 12 en su tercera meta invita a reducir a la mitad el desperdicio de alimentos por persona y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción. El desperdicio es un problema social en el cuál todos tenemos una cuota de responsabilidad. No necesitamos buscar culpables, sino unirnos para encontrar soluciones.
Dejá tu comentario sobre esta nota