Los accidentes cerebrovasculares, que también son conocidos con el nombre de “ictus” o por sus siglas ACV, pueden afectar de manera grave la vida de una persona. Se trata de una enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro.
Si la sangre no circula adecuadamente hacia el cerebro, o si se produce hemorragia, esto puede generar importantes repercusiones y secuelas, si la situación no es manejada a tiempo por los especialistas.
Aunque la ciencia no haya encontrado aún respuestas definitivas, se han realizado numerosos estudios e investigaciones al respecto. Hoy en día se sabe que la estimulación sensorial contribuye a evitar los efectos más severos de un accidente cerebrovascular.
Experimentos
La ruta de la investigación ha sido difícil y poco alentadora en muchas ocasiones. El cerebro es un órgano enigmático, con respuestas a los estímulos extraordinariamente complejas. Sin embargo, en la experimentación con animales se han logrado algunos avances.
Gracias a un descubrimiento accidental en ratas, los investigadores notaron que la estimulación auditiva y la sensorial, generan una activación en las neuronas afectadas a causa del ictus.
Los estudios indican que cuando se mueve el bigote de estos mamíferos, o se hace algún ruido en el ambiente, la capacidad neuronal se activa y vuelve a aparecer irrigación sanguínea en las neuronas que están afectadas.
A partir de estas investigaciones, los científicos han descubierto que las conexiones deterioradas del sistema neurológico pueden, eventualmente, restablecerse.
Sin embargo, estos tratamientos solo han sido aplicados en ratas y no en seres humanos. De cualquier modo, constituyen una luz hacia el futuro. Deberán realizarse más estudios para determinar si los resultados óptimos en ratas también aplican para los seres humanos.
¿La estimulación puede ayudar a un paciente?
Los accidentes cerebrovasculares, más que curarse, deben prevenirse. Es crucial el tiempo que transcurre entre el momento en que se presenta y el momento en que el paciente es atendido. Cuanto más rápidamente sea atendida una persona, mejores pronósticos de recuperación tiene.
La buena noticia es que las investigaciones han podido establecer que una persona en ese estado tiene más posibilidades de eludir el efecto de secuelas severas si recibe estimulación sensorial.
Si en el momento en que se detecta la ocurrencia de un accidente cerebrovascular tú le hablas a la persona enferma y le acaricias la cara constantemente, estarás ofreciéndole mayores oportunidades de salir adelante. Para la persona afectada, la compañía es un factor estimulante, que le ayudará a restablecer las funciones afectadas.
Al llegar el equipo médico, lo más indicado es que le coloquen al paciente un aparato con electrodos en su cabeza. Se trata de un desfibrilador que estimula al cerebro eléctricamente.
Así funciona la estimulación temprana. Los estudios indican que puede ser muy eficaz para mejorar las posibilidades de recuperación de un paciente.
Actualmente los accidentes cerebrovasculares básicamente se tratan con fármacos que deshacen los coágulos de la sangre y que son una herramienta esencial al momento de sufrir una enfermedad como estas.
Como hemos visto, la estimulación temprana podría abrir nuevas vías. Si ésta se aplicara siempre en los casos de urgencia, tal vez se constataría que los experimentos con ratas también son aplicables a los humanos.
Sin embargo, aún hacen falta más estudios y más investigación sobre este tipo de estimulación. Vale la pena, ya que la estimulación sensorial podría traer muchísimos beneficios a las personas afectadas. Asimismo, permitiría prevenir la muerte celular y disminuir las consecuencias cuando no haya suministro sanguíneo al cerebro.
El esfuerzo continúa…
Fuente: L Mente es Maravillosa
Dejá tu comentario sobre esta nota