Proponer un cambio de vida, para quienes tantos años han llevado una vida monótona, ajustada al trabajo y las obligaciones, supone un gran desafío. Es importante contar con el apoyo profesional para orientarse y seguir un camino que ese cambio no sea solo una simple reestructuración de lo que se hace diariamente, sino que, el mismo sea a favor de la vida y la salud y la implementación de actividades nuevas que supongan un beneficio físico, mental o espiritual. Por el Licenciado en Kinesiología y Fisiatria Nicolás Righelato
En Icarus Centro de Salud & Longevidad existe una propuesta integrada, firme, con excelentes resultados demostrados en la actualidad y fruto del trabajo realizado a lo largo 12 años. Uno de los pilares que por excelencia cuando es realizado a conciencia marca la diferencia es la actividad física dirigida. Orientada para que los pacientes que retomen la actividad lo hagan de forma gradual, permitiendo que el cuerpo vuelva a tener la percepción de las estructuras y también adaptarse a el ejercicio.
Es importante que sea de esta forma para evitar padecer lesiones o afecciones derivas del sedentarismo y el deterioro propio del cuerpo humano.
Así la propuesta será vencer el sedentarismo a costa del ejercicio físico, del movimiento. La vida es movimiento. El aire que se respira, la sangre que corre por las venas y arterias, cada célula del cuerpo. Incluso cuando se descansa el cuerpo sigue moviéndose, cuando se respira o se cambia de decúbito, o incluso yendo a un plano más abstracto, los pensamientos: el cuerpo humano no se detiene hasta que se desintegra la última molécula incluso años después de morir.
Por otro lado, hay cuestiones, que van más allá del envejecimiento y que están ligadas a las comodidades y obligaciones del siglo XXI. El trabajo, en su gran mayoría se ha transformado en prácticas intelectuales más que físicas. Tiempos atrás sucedía de forma inversa. Parece una nimiedad, pero no lo es el hecho de que la mayoría del tiempo que se esté trabajando las personas deban permanecer en una misma posición, realizando movimientos repetitivos acarrea una gran cantidad de afecciones del aparato locomotor, circulatorio, respiratorio.
Viendo el sedentarismo desde otra perspectiva, y lo que tiene que ver con la modernidad, los hábitos diarios estarían favoreciendo al progreso de la inmovilidad, de las enfermedades crónicas no transmisibles, de las afecciones del aparato locomotor. La comodidad y el acostumbramiento a esta frente a situaciones diarias hace que cada vez el hombre se mueva menos para cumplir un objetivo.
Hay un centenar de estrategias para modificar el sedentarismo, y básicamente consisten en moverse. Levantarse para buscar un objeto, no pedirlo. Si permanece por obligación la mayoría del tiempo en una silla o detrás de un mostrador, tomarse un descanso de al menos 10 minutos cada 45, ir al baño, elongar los músculos más solicitados (cuello para el primer caso y miembros inferiores para el segundo). Es importante tomar parte en la modificación de los hábitos, anotar en un cuaderno qué actividad o mal hábito modificaría y por cual lo reemplazaría, por ejemplo, incorporar caminatas, actividades recreativas, gimnasio, deportes.
NdR: Artículo publicado en el Material Educativo de Icarus Centro de Salud & Longevidad correspondiente a abril de 2023, y cedido para su publicación en AIM.
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