Un estudio internacional en el que colaboran investigadores del Instituto Oswaldo Cruz (Brasil), Conicet (Argentina) y las universidades de Lisboa y Nova de Lisboa (Portugal) ha evidenciado que la migración de europeos durante el periodo colonial propagó la cepa de tuberculosis más común hoy día, el Linaje 4. El trabajo, publicado en la revista ‘Science Advances’, también revela que la resistencia a los antibióticos para esta enfermedad ha evolucionado de manera diferente en diversas regiones, lo que indicaría que no es fruto de la migración humana.
En los seres humanos, la tuberculosis (TB) es una enfermedad causada por la bacteria ‘Mycobacterium tuberculosis’ y afecta principalmente a los pulmones. Existen siete linajes o cepas conocidas de tuberculosis, y es el linaje 4 (L4) el más extendido en todo el mundo. Sin embargo, la información relativa al origen, propagación y resistencia a los antibióticos de L4 no es completa.
Para paliar esta carencia, Ola B. Brynildsrud, del Instituto de Salud Pública de Oslo (Noruega) y sus colegas analizaron 1.669 genomas de L4 (de los cuales más de 600 no se habían publicado previamente) procedentes de 15 países de Europa, África y América.
Descubrieron que el ancestro común más reciente de L4 existía alrededor del año 1096 dC y muy probablemente se originó en Europa (en un sentido amplio, incluyendo regiones del oeste de Asia y el norte de África). La migración humana desde Europa durante el período colonial fue el principal impulsor de la dispersión de L4, según los autores, con una primera ola hacia el sudeste asiático a partir del siglo XIII y una segunda ola dirigida hacia África a partir del siglo XV.
Esta fue seguida por una tercera ola haca las Américas transportada por colonos europeos poco después de su llegada en 1492. Un análisis más detallado de genes específicos dentro de las cepas reveló dos características intrigantes de esta enfermedad. En primer lugar, el gen de lldD2, importante para la replicación de la tuberculosis dentro de las células huésped, ha experimentado una evolución paralela en diferentes lugares de todo del mundo, que comenzó mucho antes de la era de los antibióticos.
En segundo lugar, las mutaciones clásicas de resistencia a los antibióticos parecen haber surgido recientemente en múltiples ubicaciones, pero apenas muestran movimientos geográficos a gran escala. En contraste con lo creído comúnmente, esto sugiere que la adaptación local paralela, en lugar de la migración humana, es un factor importante detrás de la propagación de mutaciones de resistencia.
Fuente: Dicyt
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