El Aislamiento social preventivo y obligatorio (Aspo) que ordenó el gobierno hace más de seis meses para frenar el avance del Covid-19, significó una drástica modificación de la rutina de los más chicos. Mayor cantidad de tiempo con la tecnología y el sedentarismo son algunas de las marcas de su nueva cotidianidad. “Los niños son los que más necesitan de lo social, del aprendizaje con contacto directo, de la descarga de energía que implica salirse del encierro de cuatro paredes y de la distracción sentados adelante de una pantalla para su buen desarrollo y estado de ánimo”, afirmó a AIM la psicóloga Mariela Garabello.
La cuarentena como prevención primordial frente al Covid-19, que comenzó en Argentina con la creencia de que duraría 15 días y que ya se ha extendido durante más de seis meses, no solo ha afectado económicamente a miles de ciudadanos argentinos y entrerrianos, sino que por la prolongación que ha tomado, ha generado efectos psicológicos de tinte negativo, con exceso de hiperestrés, hartazgo y malestar.
Preocupados por el impacto económico y sanitario del virus, padres y especialistas no alcanzan a dimensionar los efectos de la vida en cuarentena en niños y adolescentes. Pero la alerta roja ya se encendió.
En diálogo con esta Agencia, Garabello destacó que, “aún para aquellos niños que gozan en sus hogares de todas las comodidades, la pandemia significó una alteración tan abrupta de todas las rutinas, que es prioritario estar atentos para detectar conductas riesgosas o que puedan darnos indicios de una afectación seria sobre su salud psíquica”.
La licenciada en Psicología señaló que “hay que concientizarse que los niños, por su edad, son los que más necesitan de lo social, del aprendizaje vía contacto directo, de la descarga de energía que implica salirse del encierro de cuatro paredes y de la distracción sentado delante de una pantalla para su buen desarrollo y estado de ánimo”.
En rigor, la alteración de las rutinas “es apenas uno de los frentes con que niños y adolescentes tienen que batallar por estos días. Muchas veces viven en entornos en los que se perciben la angustia y la incertidumbre de los adultos por este tiempo que estamos viviendo, con la televisión encendida todo el día y un bombardeo de imágenes que no es saludable", explicó Garabello, quien pidió especial atención ante la posibilidad de que el encierro propicie la violencia en el hogar.
"Los adolescentes están acostumbrados a vivir en red. El modo de comunicación no cambia tanto para ellos. Los niños, en cambio, requieren más del contacto físico, el cara a cara”.
A los niños también les afecta esta crisis, captan los estados emocionales y pueden expresarlo de formas que en ciertas ocasiones resultan incómodas o conflictivas.
La profesional detalló que "si bien no es posible generalizar, tanto los adolescentes como los niños pueden adaptarse rápidamente a esta 'nueva normalidad', los primeros porque ya están muy acostumbrados a conectarse en red, lo que no quiere decir que esta situación no les afecte también anímicamente. Pero en los niños, que están en pleno desarrollo, etapa clave que marca los posteriores años de nuestras vidas, la falta de la socialización y el reemplazo de lo virtual como entretenimiento puede generar hábitos muy limitantes para su futuro desarrollo, desempeño y bienestar. Los chicos requieren más del contacto físico, el cara a cara, los abrazos, la socialización”.
La triste realidad
Nadie se queda afuera de esta crisis, porque afecta a todos: niños, adolescentes, jóvenes, adultos y viejos. Pero los chicos captan los estados emocionales y pueden expresarlo de formas que, en ciertas ocasiones, resultan conflictivas, como, por ejemplo, ataques de ira, llantos, abatimiento o desmotivación. Por eso es importante decirles que esta situación es temporaria, que en algún momento pasará. “Pero, si los padres observan que la situación se agrava, y si está al alcance, por supuesto, es importante pedir ayuda", agregó la profesional.
Esta cuarentena dejará efectos nocivos en la salud emocional de los niños, que deben encender nuestras alertas. "El uso de tecnologías en forma excesiva, sin contactos sociales, es perjudicial. Este es un aislamiento social preventivo obligatorio, donde podemos valernos de las tecnologías para tener interacciones con familiares y amigos porque ayudan a reemplazar los contactos personales directos; pero a nivel intrafamiliar se deben combinar con otras interacciones", afirmó.
Recomendaciones para contener a los chicos
*Impedir que vean o escuchen noticias con un enfoque sensacionalista o morboso.
*Evitar que se expongan mucho tiempo a noticias sobre el problema, aunque el tratamiento sea adecuado: el tiempo que dedicamos a un tema también puede generar inquietud, aunque el tono no sea alarmista.
*No involucrarlos en conversaciones de adultos sobre la situación: aunque no estemos hablando con ellos, saben de lo que hablamos y sacan sus conclusiones.
*Dedicar tiempo a conversar sobre sus dudas e inquietudes, en un lenguaje adaptado a su capacidad de comprensión, pero no engañoso.
*Insistir en hábitos saludables como el lavado de manos con agua y jabón.
*Recordarles cuáles son las medidas higiénicas que protegen a los demás, por ejemplo: el uso de pañuelos y servilletas, evitar compartir cubiertos y vasos.
De la Redacción de AIM.
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