Cuando te marcas un objetivo concreto y te sientes motivado para alcanzarlo, hay una molécula que favorece ese enfoque emocional y atencional: la noradrenalina. Descubre en qué otros procesos está presente.
Dar un giro rápido de volante para evitar un accidente. Ponernos las pilas de cara a ese examen de mañana. Sentirnos atraídos por alguien. Pasar una época de marcada ansiedad debido a la presión laboral del trabajo… Estas y otras situaciones tan comunes en la vida están mediadas por una molécula decisiva y fundamental en el sistema nervioso: la noradrenalina.
Como bien sabemos, todo aspecto del comportamiento y las emociones está orquestado por ese universo químico fascinante que son las hormonas y los neurotransmisores. Cada reacción consciente o inconsciente está mediada por la dopamina, la serotonina, las endorfinas, la aceticolina, el Gaba, etc. Estas sustancias químicas creadas por el cuerpo emiten señales entre neuronas para ejecutar diversas funciones.
Un nivel elevado o más bajo de cualquiera de estas sustancias químicas supone, como podemos imaginar, experimentar cambios. Puede variar el estado de ánimo, sentirnos más cansados o experimentar niveles elevados de estrés. La noradrenalina es una de las moléculas más decisivas en el organismo. Conozcamos las razones.
Noradrenalina: qué es y cuáles son sus funciones
La noradrenalina o norepinefrina es una catecolamina con un gran número de funciones fisiológicas y homeostáticas. Actúa como hormona y también como neurotransmisor. A nivel estructural, es muy similar a la epinefrina, otro tipo de catecolamina, las cuales, sumadas a otras sustancias clave como la dopamina y la adrenalinam se convierten en esos elementos presentes en las reacciones asociadas a la supervivencia, como son la acción o la huida.
Asimismo, cabe señalar que la noradrenalina es una de las moléculas más importantes en la transmisión de mensajes entre las neuronas y, sobre todo, en los procesos localizados en el sistema nervioso parasimpático (quien controla las funciones y actos involuntarios).
Esta sustancia se puede producir en dos áreas del organismo. Por un lado, en la médula suprarrenal, liberándose después en el torrente sanguíneo y orquestar así en una serie de cambios y procesos muy concretos al actuar como hormona. Por contra, también puede sintetizarse en el locus coeruleus o núcleo azul, un área cerebral que se conecta con zonas tan relevantes como el sistema límbico, el tálamo y el hipotálamo.
Además de esto, es importante saber que la noradrenalina es uno de los 12 principales neurotransmisores. Sus funciones tienen, por tanto, un gran impacto en el organismo, tanto a nivel físico como emocional. Las analizamos.
Cuando se nos acelera el corazón
Las razones por las que se nos acelera el corazón son múltiples. Por nervios, por ver algo que nos asusta y nos pone en alerta, porque hay una dimensión que nos emociona, etc.
Cuando nuestra frecuencia cardíaca se eleva y se dispara, quien media en esa activación es la noradrenalina.
Fuerza en los músculos para poder reaccionar
Tal y como hemos señalado, esta molécula cumple básicamente un papel clave en los procesos de supervivencia. Nos ayuda a reaccionar, escapar, defendernos de las amenazas o actuar ante cualquier estímulo de nuestro entorno. De ese modo, una de sus funciones más importantes es llevar un mayor aporte de sangre a los tejidos de los músculos para poder responder ante todas estas situaciones.
Motivación para conseguir objetivos
La noradrenalia es el combustible que nos permite obtener objetivos y motivarnos para alcanzarlos. Este neurotransmisor sumado a la dopamina favorece funciones tan esenciales como el aprendizaje, la memoria a largo y corto plazo y esa grata sensación de bienestar cuando logramos algo que nos gusta (sensación de recompensa).
La noradrenalina y nuestra capacidad de atención
Daniel Goleman nos explicaba en su libro Focus que la atención es como un músculo que debe entrenarse. Gracias a ella orientamos toda nuestra energía y recursos hacia un objetivo y algo así es increíblemente beneficiosa.
No solo somos más productivos sino que, además, modelamos una mente atenta y más despierta. De este modo, el neurotransmisor que media en este proceso es la noradrenalina.
El deseo sexual
Sabemos que el deseo sexual, como la atracción, están orquestadas por todo un torrente de neurotransmisores. El amor, como la pasión y y la atracción sexual, es pura química y un componente que integra en esa fórmula es esta molécula multipropósito.
Alteraciones de la noradrenalina
Existen diversos estados psicológicos y condiciones emocionales en las que la noradrenalina evidencia ciertas alteraciones (niveles más altos o niveles más bajos). De hecho, a la hora de diseñar psicofármacos como determinados antidepresivos, se tiene en cuenta este neurotransmisor.
Es por ello que podemos encontrar, por ejemplo, los inhibidores duales de la recaptación de serotonina y noradrenalina, muy efectivos para tratar diversos trastornos depresivos.
Veamos ahora qué alteraciones pueden surgir cuando la noradrenalina varía su presencia en el organismo.
Depresión. Estudios como el realizado en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente de México nos hablan de que una disminución en la producción y el metabolismo de la noradrenalina puede mediar en el desarrollo de una depresión.
Ansiedad y estrés. Es importante destacar que la noradrenalina, como el cortisol, son las principales hormonas que median en los procesos de estrés. Aún más, cuando esa situación se alarga en el tiempo se activa ya la respuesta neurofisiológica de la ansiedad: taquicardias, dilatación pupilar, aumento de la glucosa en sangre… Durante los ataques de pánico, por ejemplo, los niveles de noradrenalina son muy elevados.
Tdah y Noradrenalina. Tanto los niños y adultos que sufren un trastorno de atención con o sin hiperactividad presentan una anomalía en este neurotransmisor. Se produce un déficit en la liberación de dopamina y noradrenalina y un alto nivel de recaptación de los mismos.
Para concluir, tal y como podemos, resulta fascinante como este tipo de moléculas articulan y median en infinitos procesos. Tanto en aquellos que nos acompañan hacia el logro y el bienestar como los que nos sumen en estados un poco más complicados.
Sea como sea, está en nuestra mano regularlos, bien con nuevas estrategias de afrontamiento o bien mediante recursos farmacológicos.
La Mente es Maravillosa.-
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