La odontología geriátrica (odontogerontología) se define como una rama de la odontología que se ocupa de los problemas odontológicos de las personas mayores a 65 años.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se prevé que el número de personas de 65 años o más en todo el mundo se duplique con creces, pasando de 761 millones en 2021 a 1600 millones en 2050. El número de personas de 80 años o más está creciendo aún más rápido. En todo el mundo, se espera que los bebés nacidos en 2022 vivan 71,7 años de media, 25 años más que los nacidos en 1950.
Las últimas estimaciones de las Naciones Unidas apuntan a que la población mundial podría crecer hasta unos 8.500 millones en 2030, 9.700 millones en 2050 y 10.400 millones en 2100.
El envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad, entre ellos, el mercado laboral y financiero, la demanda de bienes y servicios, como la vivienda, el transporte y la protección social, así como la estructura familiar y los vínculos intergeneracionales.
Las personas mayores son vistas, cada vez más, como agentes que contribuyen al desarrollo, cuya capacidad para actuar en su propio beneficio y en el de sus sociedades debe integrarse en las políticas y programas a todos los niveles. En las próximas décadas, es muy probable que muchos países se enfrenten a presiones fiscales y políticas en relación con los sistemas públicos de asistencia sanitaria, pensiones y protección social para una población de edad cada vez más avanzada.
La odontogerontología
Ante esta perspectiva, ha surgido dentro de la Odontología una rama que se denomina Odontogerontología. Desde el Colegio de Odontólogos de Entre Ríos (Coer) consultamos al doctor Ernesto Radica, profesor titular de la cátedra de Periodoncia de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y quien dicta el seminario sobre “Periodoncia en la tercera edad”.
“El crecimiento de la población entre los adultos mayores con vida prolongada está aumentando en el mundo”, dijo Radica antes de agregar que “en la actualidad hay más de 600 millones de personas mayores de 60 años. Esto es un desafío para la odontología, y más aún, cuando este incremento se da en Latinoamérica, a lo que llamamos “transición demográfica”.
“A medida que el hombre envejece, sus problemas de salud bucal son cada vez más complejos. El envejecimiento general conlleva a un conjunto de procesos fisiológicos intrínseco independientemente de los factores externos y además son progresivos”, dijo el catedrático.
Haciendo referencia a lo que es esta rama, sostuvo que “la odontología geriátrica (odontogerontología) se define como una rama de la odontología que se ocupa de los problemas odontológicos de las personas mayores a 65 años”.
“Esta rama de la odontología surge en Estados Unidos en la década del 60 cuando se publicó JOURNAL OF THE AMERICAN SOCIETY FOR GERIATRIC DENTISTRY. En nuestro país las universidades vienen desarrollando un plan para la enseñanza de los conceptos del envejecimiento, para el diagnóstico de los signos de este proceso irreversible y tratamiento de dichos pacientes”, dijo.
Clasificación
“Una de las clasificaciones más aceptadas es la Hernandez y Col. que divide al adulto mayor en:
- A-viejos-jóvenes (de 60 a74 años)
- B- viejos-viejos (75 a 89 años)
- C- viejos- longevos (+ 90 años )
Y continuó: “Un paciente debe ser atendido por un odontólogo generalista con el conocimiento de las características de los tejidos bucales en su proceso de envejecimiento, tanto de los tejidos duros (esmalte, dentina, hueso), como de los tejidos blandos (encía, mucosa masticatoria, lengua, etc.) Por ejemplo el esmalte dental en un paciente geriátrico, sufre desgaste natural debido a la masticación (sin producir molestias), y, en la dentina hay cambio de coloración debido al proceso de cambio de dentina original por de reparación. La encía es de un rosado más pálido debido a la disminución de la irrigación”.
Dijo además que “las patologías más prevalentes son las caries cervicales y la enfermedad periodontal. Por todo esto es que tenemos serios casos de edentulismo que conlleva a trastornos masticatorios y estéticos.
Ejemplo:
- altos índices de caries, a menudo radiculares,
- alteraciones del soporte periodontal,
- desgastes oclusales y/o incisales severos,
- reparaciones complejas de antiguas restauraciones,
- bocas secas,
- enfermedades de las mucosas,
- reabsorciones de las crestas alveolares.
Saber diagnosticar temprano la patología y tratarla, sin duda como lo decía el gran profesor Dr. Raúl Cafese, “el diente quiere vivir” por lo tanto, la prevención es lo más importante. Tratar de que el paciente llegue a la adultez con la mayoría de sus piezas, con una oclusión estable, sea con prótesis fijas o removibles, implantes y con salud periodontal, la cual se consigue con un mantenimiento adecuado y con algo tan importante como es la técnica de higiene correcta”, aseguró.
Cosultado sobre la necesidad de contar en los hogares de ancianos con un odontólogo, el doctor Radicca sostuvo que: “hay muchos estudios que demuestran que pacientes ancianos frágiles y dependientes e institucionalizados presentan una mala salud bucal debido a la deficiente higiene oral. Por el contrario, el mismo paciente autónomo tiene mejor salud bucal. Con respecto a su pregunta les comento que mi madre, con gran dificultad motriz, estuvo internada en uno de estos centros, pero nunca tuvo problemas odontológicos, debido que tenía dos hijos odontólogos que todos los días le mantenían una correcta higiene bucal”.
“Esto evidencia la necesidad de que en estos centros, así como hay médicos quinesiólogos, también es necesario un odontólogo para el control de la salud bucal, más aún, sabiendo que cuantas menos bacterias en la boca (biofilm de placa bacteriana), menos posibilidades de neumonías hay”, concluyó Radicca.
Dejá tu comentario sobre esta nota