El mundo está lleno de hechos incomprensibles y hasta irracionales que nos cuesta entender. A pesar de ello, si le dedicáramos un espacio de nuestra mente al análisis de esas realidades caóticas, aumentaríamos nuestra inteligencia. ¡Descubre cómo!
Decía Stephen Hawking que a menudo las personas asentamos aprendizajes que nos son familiares y que no requieren excesivo esfuerzo cognitivo. A su parecer, el principal enemigo del ser humano y de su progreso no era la ignorancia, sino la ilusión de conocimiento. Es decir, la sensación de que uno ya lo sabe todo y que todo aquello que sea desafiante, es mejor rechazarlo.
Sin embargo, los grandes avances y conocimientos se adquieren cuando asumimos conceptos revolucionarios y hasta antagónicos a nuestras visiones particulares. Si integramos en nuestra mente solo lo que más se ajusta a nuestras creencias, sin contradecirlas, estaremos en el mismo sitio. Nada se conquista pensando siempre del mismo modo.
Los auténticos aprendizajes llegan cuando nos arriesgamos, cuando salimos de esas zonas de confort mentales para analizar otras ideas y perspectivas. Sin importar lo extrañas e irracionales que nos parezcan. Para dar este paso, nos será de gran utilidad un interesante concepto desarrollado por el matemático y escritor Eric Weinstein. Lo analizamos.
Cajas de arena mentales: definición y utilidades
Eric Ross Weinstein es un reconocido matemático, economista y escritor estadounidense. Presenta un podcast en el que expone revolucionarias teorías sobre la ciencia, la psicología y la física que no suelen pasar inadvertidas para nadie. Es polémico, pero también esa voz que busca despertar la mente de los jóvenes para que briden soluciones ingeniosas a los problemas que están por venir.
Una de las ideas que ha propuesto hace poco tiene como propósito alentar a la sociedad a que logre nuevas alturas intelectuales. Las cajas de arena mentales son espacios psicológicos en los que deberíamos procesar los aspectos más contradictorios e irracionales de la vida. Son esas noticias, datos o situaciones que nos encontramos a diario y que nos frustran.
Nuestra actualidad es más singular que nunca, no hay duda. Estamos sobrepasados por un sinfín de información y alguna, nos parece de lo más extraña. Y lo que hacemos a menudo es dejarla ir… «El mundo está loco», nos decimos. Sin embargo, si dejamos de lado lo que no entendemos o nos parece contradictorio, estaremos perdiendo oportunidades de aprendizaje. También la oportunidad de tener un mayor control de nuestra realidad.
Un espacio mental para jugar con conceptos peligrosos
El término de las cajas de arena mentales procede del mundo del software y la programación. Un sandbox es un espacio seguro en un ordenador en el que los informáticos y los desarrolladores pueden analizar el comportamiento de un virus o un malware. ¿Y si nuestro cerebro pudiera contar con un espacio semejante para analizar esas informaciones extrañas que nos rodean?
Si bien esta propuesta nos puede parecer un sinsentido, tiene su trascendencia. Las personas no podremos resolver los problemas que nos atenazan si no analizamos todo aquello que nos parece irracional o extraño. En lugar de descartar lo que nos contradice, debemos hacer el esfuerzo por analizarlo.
Pensemos en alguna de las realidades que nos envuelven ahora. Globos espías chinos y artefactos que sobrevuelan el espacio aéreo estadounidense y que son derribados. Hay noticias que nos parecen esperpénticas, pero hasta el esperpento debe ser analizado por nuestro bien para alcanzar mejores cuotas intelectuales.
Aunque al cerebro no le agraden las incertidumbres, contradicciones y realidades irracionales, estamos programados para abordar estas complejidades para poder adaptarnos mejor a nuestro entorno. Ahora bien, ese paso requiere de un esfuerzo cognitivo.
Cajas de pensamiento crítico y analítico
Tu cerebro no usa solo el 10 por ciento de su capacidad. Las personas utilizamos el 100 por ciento de nuestro cerebro porque todas sus áreas están interconectadas y cualquier tarea requiere de la activación de múltiples regiones. El problema es que somos unos pensadores conformistas.
Damos solo importancia y validez a aquellas informaciones que se ajustan a nuestras creencias. Desechamos lo que nos contradice y evitamos el pensamiento profundo y reflexivo porque nos quita tiempo. Porque en esta sociedad apresurada y dominada por cientos de informaciones fluyendo cada segundo, preferimos hacer scroll (desplazar pantalla) en lugar de pararnos a leer algo.
Las cajas de arena mentales son espacios en los que se requiere aplicar un enfoque cognitivo crítico y analítico. Tengámoslo en cuenta, una investigación de la Universidad de ciencias médicas de Alborz, en Irán, destaca los beneficios de estos tipos de pensamiento para el éxito académico.
«Construir» esos espacios psicológicos en nuestros universos mentales nos permite analizar a fondo eventos sobre los que tener una opinión propia. Y tener una visión meditada sobre las cosas nos permite afrontarlas mejor.
Estás programado para analizar las contradicciones cotidianas
Hay muchas circunstancias de nuestro día a día que nos frustran. Las personas de nuestro entorno, a veces, son de lo más contradictorias. Lo que hoy dábamos por sentado en nuestro trabajo, mañana se desvanece. Aquello que hasta hace poco asumíamos como seguro en la sociedad, de pronto, se viene abajo. ¿Qué hacer con tanta ambigüedad, cambios y hechos del todo irracionales?
Es cierto que al cerebro no le agrada la ambigüedad, pero disponemos de una corteza prefrontal que tiene como función el análisis y la reflexión. Las cajas de arena mentales son espacios seguros en los que profundizar en aquello que nos resulta paradójico y singular. Porque no todo desafío requiere una solución; a veces, meditar sobre lo que nos rodea también potencia nuestra inteligencia y capacidad de adaptación.
La Mente es Maracillosa.-
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