Socialmente hay que hacerse responsables para evitar la transmisión del dengue, “ya que hasta que no seamos conscientes que el mosquito se cría en nuestro domicilio y que depende de nosotros esa prevención, es muy difícil controlarlo”, dijo a AIM Silvina Saavedra, médica veterinaria, especialista en epidemiología y miembro del área de Control de Vectores y Plagas de la Municipalidad de Paraná.
En la lucha contra del dengue, zika y chikungunya Entre Ríos cuenta con una Ley (10.860) de vanguardia desde diciembre de 2020 para combatir y continuar con la prevención.
El Plan Rector de Lucha contra el Aedes Aegypti, para la prevención del dengue, zika y chikungunya y fue promulgada a finales de diciembre de 2020”, consignó la autora del proyecto, Silvina Saavedra, a esta Agencia. Dicho plan tiene como objetivo promover la estrategia de gestión integrada, objetivos sanitarios y acciones para reducir la morbilidad, mortalidad, carga social y económica generada por los brotes y las epidemias de las enfermedades transmitidas por este mosquito a través de la reeducación de la sociedad civil con el fin de disminuir los factores de riesgo de transmisión.
“Esta Ley también habla de la vigilancia epidemiológica: tengo que estar atento a la aparición de casos febriles y cuando aparece hacer el bloqueo de la enfermedad antes de que empiece el brote; ya que cuando estamos en este es muy difícil controlar la enfermedad. La única herramienta para mitigar esta situación es el control domiciliario que podemos hacer, con repelentes ambientales (espirales, pastillas termoevaporables) o individuales; la principal medida que ya tenemos que adquirir todos los ciudadanos es poner tela mosquitera en las aberturas ya que va a disminuir en un 99 por ciento que los mosquitos ingresen”, señaló Saavedra.
La funcionaria recordó que: “En la Municipalidad de Paraná se hizo una ordenanza adhiriendo a este plan y antes también ya se tomaban las acciones porque se sabe que la prevención de la enfermedad hay que hacerla durante todo el año eliminando los criaderos de mosquitos”, siendo indispensable “el cambio de conducta de las personas”.
En el ámbito municipal, “en diciembre de 2023 como parte de la estrategia para poder controlar el mosquito se hizo un diagnóstico de situación con un método similar al Liraa (Levantamiento de Índices Rápidos de Aedes Aegypti), con un diseño para la ciudad de Paraná donde participaron los centros de salud provinciales, se relevaron alrededor de 1.500 viviendas y se sacaron índices que sirven para saber qué nivel de cantidad de mosquitos hay. Pudimos sacar conclusiones como cuáles eran los criaderos más frecuentes”, tratándose de “las plantas en agua, algunas cubiertas que quedan en los patios y botellas boca arriba”.
Consignó que posteriormente “las condiciones climáticas y el hecho de que en el resto del país nunca se cortó la transmisión del virus hizo que durante todo el año haya casos de dengue. Las personas viajan y son estas las que vienen infectadas, y cuando tenemos mosquitos presentes en nuestros domicilios comienza la transmisión de la enfermedad: el mosquito pica a la persona infectada y allí es cuando el mosquito se infecta y luego comienza a transmitir a otras personas”. Saavedra aclaró al respecto que: “No es el mosquito el que se traslada, sino la persona infectada, van de un barrio a otro y por eso es tan importante el tema del control del mosquito sacando el agua de los criaderos” ya que el mismo “tiene un comportamiento que hace que su reproducción sea en recipientes de paredes firmes; no en la cuneta de la calle de tierra, no en el pozo en el medio de la calle, sino en el domicilio porque se alimenta principalmente de sangre humana”.
Con anterioridad, “Nación proveía a las provincias y a los municipios las medidas de protección, el repelente, que es fundamental para evitar las picaduras. Hace muchos años atrás también nos entregaba maquinarias para el control, vehículos y el apoyo logístico”.
Reflexionó que socialmente “debemos hacernos responsables de que la prevención depende de cada ciudadano: en mi casa cualquier recipiente que me quedó con agua, una tapita en el patio, una bolsa tirada con un huequito, una pileta no guardada, cubiertas, botellas todo eso favorece la reproducción del mosquito; hasta que no seamos conscientes que el mosquito se cría en nuestro domicilio y que depende de nosotros esa prevención, es muy difícil controlarlo”.
En Paraná, el Aedes Aegypti está presente desde el 2001, “lo que tenemos como nuevos criaderos es la moda de tener las caña de bambú, los potus, que simplemente con mantenerlos en arena húmeda voy a evitar la reproducción del mosquito”.
Para erradicarlo de los domicilios “no hay que invertir demasiado, es simplemente dando vuelta los recipientes para evitar que prolifere. Esto lo tenemos que hacer todos en nuestras viviendas, revisar cada rincón de nuestra casa que no haya quedado algún recipiente con agua, algún desagüe tapado, todo donde quede el agua por más de cinco días es un lugar donde el mosquito puede sobrevivir”.
Aspectos centrales del plan rector
En la ley 10.860 se establece que la ciudadanía deberá adoptar medidas preventivas y correctivas para evitar la proliferación del vector, procediendo a cumplir con las siguientes disposiciones:
a) Controlar o eliminar todos los recipientes naturales o artificiales que sirvan de criadero de mosquito tales como: recipientes en desuso, cubiertas, floreros, botellas, tanques de agua y todo otro objeto capaz de contener agua por más de diez días;
b) Mantener tapados aquellos recipientes que no se puedan desechar y sean para conservación de agua tales como tanques, toneles, cisternas;
c) Manejar los residuos sólidos urbanos domiciliarios de acuerdo a las normativas vigentes en cada municipio;
d) Proceder al drenaje de los lugares intra y peridomiciliarios donde queden aguas estancadas;
e) Permitir el ingreso de funcionarios o personas de apoyo en caso que se requiera.
Con respecto al desmalezado y limpieza de inmuebles se establece los propietarios de terrenos baldíos o inmuebles en construcción en zonas urbanas y espacio periurbano deberán proceder al corte de la hierba o maleza, limpieza de residuos sólidos y evitar que queden recipientes capaces de acumular agua convirtiendo el lugar en sitio de riesgo sanitario.
En relación a los neumáticos, se dispone que los que estén en desuso pero sean de utilidad futura deberán guardarse en condiciones adecuadas bajo techo; en el caso que sea desecho deberá eliminarse de forma segura, no arrojándolo a espacios públicos o cursos de agua; y aquellos que se reciclen para uso variado deberán ser debidamente transformados asegurándose que no acumulen agua.
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