En lugar de tratar el síntoma, la psicología positiva propone prevenir su aparición, adoptando un enfoque optimista y funcional ante la vida. Así, su aparición supuso toda una revolución para una psicología que hasta ese momento solo se había centrado en lo disfuncional.
Por lo general, la psicología ha centrado su foco de atención en identificar y tratar trastornos. Con la llegada de la psicología positiva, se comienzan a emprender acciones preventivas, fomentando aquellos valores y actitudes que conducen a una vida plena y feliz. Implementar las técnicas de la psicología positiva en nuestra práctica diaria nos ayudará a adoptar una perspectiva más sana y funcional.
Desde esta corriente, se trata de conducir al individuo a la realización personal mediante el desarrollo de ciertas habilidades mentales y conductuales. Así se potencian recursos como la resiliencia, el perdón, el optimismo, la inteligencia emocional o las emociones positivas.
La personalidad fundamentada sobre estos cimientos es más capaz de disfrutar la vida y adaptarse a los cambios sin sufrir innecesariamente.
Técnicas de la psicología positiva
Carta del perdón
Esta es una de las mejores técnicas con las que podemos empezar un proceso de curación o desarrollo personal. El día que decidas cambiar tu mente para así cambiar tu entorno, comienza con una carta del perdón. La misma consiste en plasmar por escrito todo el dolor que te causó una persona.
Así, detalla las situaciones, actos y comentarios que te hirieron. Expresa cómo te hicieron sentir, cómo te afectaron y cómo desearías que hubiera sido todo.
Se trata de un ejercicio liberador. Nos permite dar rienda suelta a un flujo de pensamientos y emociones reprimidas que nunca antes nos habíamos atrevido a encarar. Suelta en esa hoja tu rencor, tu rabia, tu frustración y tu decepción. Permítete sentirlo y dejarlo salir, llora de ira o tristeza si es necesario. Y, una vez que tu alma se haya vaciado del dolor, perdona.
Termina la carta concediéndole al otro un perdón. Comprendiendo que cada persona tiene un camino y un nivel de conciencia determinado que le impulsa a actuar de formas, a veces, dañinas.
Al perdonar no justificas los actos ajenos, pero decides que estos dejen de causarte sufrimiento en el presente. Al hacerlo, te haces responsable de ti mismo y de tu felicidad y le quitas ese poder a las vivencias del pasado.
Modificar pensamientos y atribuciones
Nadie, ninguna persona puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos. Si no mantenemos una correcta higiene mental, nuestro estado anímico puede verse afectado.
Por ello, esta técnica nos anima a prestar atención al diálogo interno que mantenemos y a detectar aquellos pensamientos negativos, catastrofistas o disfuncionales. Una vez identificados, el siguiente paso será sustituirlos por otros más optimistas y adaptativos.
Ante cada situación, tenemos la opción de decidir cómo interpretarla. Las cogniciones positivas nos llevarán a sentirnos en paz con lo ocurrido y a actuar de manera más productiva. Por el contrario, una percepción negativa nos generará malestar y nos conducirá a comportamientos indeseables o a quedarnos paralizados en el dolor.
Igualmente, hemos de controlar las atribuciones que realizamos ante lo que sucede. Ante un fracaso, puedo interpretar que ha sido culpa mía y que en el origen de esta falta hay una cualidad personal que no puedo cambiar. De esta forma, me juzgaré, criticaré y convenceré de que nunca podré obtener un buen resultado.
Una atribución más realista y beneficiosa consiste en comprender que ha sido un suceso puntual del que puedo aprender para alcanzar mi meta.
Visualización
Esta es una de las herramientas más eficaces para desarrollar la confianza en el futuro. La visualización consiste en adoptar un estado fisiológico de relajación; a la vez, se crean y se mantienen imágenes en la mente de los objetivos que nos proponemos.
Visualizarte en un entorno específico y realizando unas actividades determinadas programa tu mente para anticipar determinadas tomas de decisión en estados de lucidez y con espacio para la reflexión.
Técnicas de la psicología positiva en la vida diaria
Más allá de ser meras acciones puntuales, las técnicas de la psicología positiva proponen un nuevo enfoque vital. La práctica de la gratitud y del humor, el optimismo respecto al futuro, el desarrollo de la autoestima… Todas son herramientas encaminadas a experimentar la existencia desde la valentía, la confianza y el amor propio.
Por ello detecta y fomenta los pensamientos y emociones positivas, asume riesgos y afronta los cambios sin temor. Tienes la capacidad para salir fortalecido de la adversidad y el derecho a disfrutar de todo lo bueno que te rodea.
Por Elena Sanz para La Mente es Maravillosa.-
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