Los investigadores han descubierto que las alergias alimentarias están asociadas con distintas anomalías en la piel aparentemente sana en pacientes pediátricos con dermatitis atópica (DA), un trastorno común de la piel.
Estos sorprendentes hallazgos constituyen una de las evaluaciones más completas en relación con la piel de pacientes con DA hasta la fecha y sugieren que los tratamientos para la DA y la alergia alimentaria deben centrarse en mejorar la función de la barrera cutánea.
La dermatitis atópica es un trastorno inflamatorio de la piel que afecta a casi el 20 por ciento de los niños de todo el mundo y un tercio de los pacientes con DA también presentan alergias alimentarias y respiratorias. Los científicos han tratado de comprender mejor la relación entre la DA y la alergia alimentaria, pero los avances se han visto limitados debido a que los métodos de toma de muestras de piel, como las biopsias, son excesivamente invasivos.
Aquí, Donald Leung y sus colegas utilizaron un método de muestreo no invasivo de raspado de piel con cinta para estudiar la piel de 21 pacientes con DA y alergia alimentaria (AA+), 19 pacientes con DA y ninguna alergia alimentaria (AA-) y 22 controles sanos. Su análisis reveló que la piel no lesional de los pacientes con DA AA+ presentaba propiedades únicas que no se encontraban en los pacientes con DA AA-.
En concreto, las muestras de piel con DA AA+ mostraban cantidades reducidas de una proteína asociada a la piel denominada filagrina, elevadas respuestas inmunes de tipo 2 (una forma de actividad inmunitaria mediada por células T auxiliares) y una mayor expresión de la proteína queratina, asociada a la piel. Estas anomalías se correlacionaban con cambios estructurales en la arquitectura de la barrera cutánea.
La piel no lesional de DA AA+ también albergaba una mayor presencia de la especie bacteriana Staphylococcus aureus, en comparación con los pacientes con DA AA- y con los controles. Según los autores, los estudios futuros deberían examinar más a fondo las complejas relaciones entre la elevada presencia de S. aureus, la reducción de filagrina y la sensibilización alimentaria en los pacientes.
Fuente: Aaas
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