La vitamina D es clave en nuestra salud. Es una vitamina liposoluble y sus funciones están relacionadas principalmente con la mineralización ósea. Se interrelaciona especialmente con el metabolismo del calcio ayudando a su absorción a nivel intestinal, así como también contribuye en la utilización e incorporación del fósforo.
Su importancia tiene un alcance aún mayor, ya que se relaciona directamente con la producción hormonal y con el sistema inmunológico. Bajos niveles séricos de esta vitamina repercuten directamente en el estado óptimo de los huesos y dientes. Nuestro cuerpo se encarga de sintetizarla cuando nos exponemos a la luz solar, sin olvidar que la sugerencia es no exponerse al sol entre las 11:00 y las 16:00 para evitar el momento donde los rayos UV son más intensos.
En otoño/invierno cuando los días son más cortos y salimos más abrigados, es más difícil poder sintetizarla. Por el contrario, durante los meses de primavera/verano su síntesis mejora ya que aumenta nuestra exposición solar, pero, muchas veces, no es suficiente para llegar a la recomendación ideal.
Para muchos, la síntesis solar de la vitamina D es insuficiente
Lo antes mencionado, sumado a numerosas actividades en espacios cerrados priorizando el uso de computadoras, tablets o celulares disminuye aún más las horas de exposición solar o actividades al aire libre en niños, adolescentes y adultos provocando una disminución en la posibilidad de sintetizarla.
Ante estas situaciones, la síntesis solar de la vitamina D es con frecuencia insuficiente, por lo que, para mantener un estatus adecuado de esta vitamina es necesario que se aporten cantidades suficientes a través de la dieta con el consumo de alimentos.
Las principales fuentes alimentarias de vitamina D son los pescados grasos como el salmón, las sardinas y el atún además de los huevos y los lácteos. Estas fuentes alimentarias de vitamina D son escasas y especialmente se encuentran en la parte grasa de alimentos de origen animal como también en hígados, huevos y en vísceras. Además, de encontrarla en alimentos de alto valor nutricional como la palta.
La vitamina D se puede incorporar también ingiriendo alimentos fortificados
Otra forma de incorporarla es a través de alimentos fortificados, esto es una estrategia que coopera a elevar su ingesta, pero en algunos casos, tampoco alcanza. Dentro de los alimentos fortificados con esta vitamina existen varias opciones como leche, algunos yogures o bebidas vegetales entre otros alimentos que podemos encontrar en el mercado. La deficiencia severa de vitamina D es causa de raquitismo en niños y de osteomalacia en adultos.
De igual manera, la deficiencia subclínica es más prevalente aún generando como consecuencia una disminución de la densidad ósea que se asocia a un mayor riesgo de fracturas y de osteoporosis en adultos y en personas de avanzada edad.
Autora: Gimena Masero
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