Docentes entrerrianos recorrieron el Museo del Sitio de la Memoria ExEsma, lugar donde funcionó un centro clandestino de detenciones en la última dictadura. “Ayuda a tomar mucha conciencia de que Nunca Más puede volver a pasar; más en los tiempos que corren hoy, donde hay tantos discursos de odio, negacionistas y avanzada de la derecha”, señaló a AIM Carolina Acuña, secretaria de Mujer e Igualdad de Género de Agmer Paraná.
Con motivo de la realización del Congreso por los 50 años de Ctera desarrollado el fin de semana en el Sitio de Memoria ExEsma en Capital Federal, integrantes de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) participaron de los diversos paneles y, algunos de ellos, consideraron propicio recorrer el Museo, lugar donde funcionó en nuestro país el centro clandestino de detenciones de la Escuela de Mecánica de la Armada durante la última dictadura militar y que días atrás fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (Organización de las Nacionales Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Carolina Acuña, docente y secretaria general de Mujer e Igualdad de Género de la seccional Paraná de la Agmer, relató a esta Agencia, emotivas vivencias sobre el recorrido por el Museo de la Memoria. “Escuché que la guía le dijo a un grupo de estudiantes que el lugar donde tenían a los detenidos desaparecidos era en el casino, el edificio que estaba al final de la calle por donde ellos iban transitando; y pensé, es mi oportunidad, así que fui. Te dan un plano del recorrido del lugar, hay una sugerencia y te dicen que lo más importante es el sótano y el tercer piso”.
Acuña recordó que: “Teniendo en cuenta el aniversario de la Noche de los Lápices, con algunos de mis estudiantes vimos la película, con otros leímos las historias de nietos y nietas recuperados, ya venía con una carga y estar ahí sabiendo que unos días atrás había sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, era como todo muy fuerte”.
TERCER PISO: CAPUCHITA, PAÑOL Y EL CUARTO DE LAS EMBARAZADAS
“Me fui sola, subí; arranqué mi recorrido por el tercer piso y es escalofriante”, enfatizó Carolina, “está todo muy bien diseñado y armado la parte del museo, te dicen que no se pueden tocar las paredes, no te podés apoyar, porque todavía están siendo investigadas. Hay todos unos paneles de vidrio que describen los lugares en donde estás: los cuartos de las embarazadas; lo que ellos le llamaban `capuchita´ que era el lugar donde tenían los detenidos; el `pañol´ donde guardaban los militares todas las cosas que se robaban de las casas donde secuestraban a los detenidos y detenidas”.
“Me llamó mucho la atención las correcciones que tienen todas estas cosas, porque están tipiadas en masculino y, no sé desde cuándo, están corregidas: donde decía detenidos, ahora dice y detenidas en rojo y subrayado, con una pregnancia la corrección, donde visibilizan también a las mujeres”, destacó la Secretaria de Mujer e Igualdad de Género de la seccional Paraná.
“En paneles vidriados te explican cada uno de los lugares y hay audios de testimonios de sobrevivientes de la dictadura, del terrorismo de Estado, con relatos que hacen a la Conadep y partes del Juicio a las Juntas. Se te pone la piel de gallina porque escuchás `me llevaron por un pasillo que tenía forma de ele donde veías, a través del tabique, que se vislumbraba una luz al final del pasillo´, y vos estás viendo y viviendo todo eso. Es muy pragmática la descripción”, resaltó la docente a esta Agencia. “Otros que dicen `yo alcancé a ver, un día que pude levantar el tabique, los hierros que separaban las habitaciones´, y todo lo que vos estás escuchando en los relatos lo estás viendo en el lugar. Es escalofriante, muy movilizante”.
Al ser una temática que viene trabajando desde hace años con sus alumnos, recordó el CD “¿Quién soy yo?”, material enviado a las escuelas y en el que el nieto recuperado Juan Cabandié, “Él siempre se quiso llamar Juan cuando era chiquito y no sabía por qué; de grande recupera su identidad y las amigas de su mamá le cuentan que ella lo había llamado Juan. En ese video él va a la Esma después que es recuperado y ve dónde nació, dónde su mamá lo parió”, durante el recorrido “me acordaba de todo eso y es muy fuerte, muy fuerte”, remarcó Acuña.
Al hacer el recorrido, relató, pese a venir leyendo sobre el tema desde hace años, descubrió que “había cosas que yo no sabía. En la parte de la habitación de las embarazadas, donde iban a parir, me entero que hubo dos criaturas que nacieron en ese centro clandestino y que fueron restituidos a sus familias de origen. Ahí está descripto y cuenta que los militares les hacían escribir a las embarazadas cartas a sus familias diciéndoles que cuidaran a sus hijos, que ellas estaban bien, fuera del país o en otro lugar; las hacían mentir”.
“Escuchás en el relato de una detenida, a la que apodaban `La Gallega´, que como sabía defenderse con la máquina de coser la habían puesto para arreglar ropa, y que ella había hecho unas muñecas para las embarazadas, una muñeca de trapo”, y a la vez “ahí ves la foto de la muñeca de trapo, la mujer sobreviviente que saca de su bolso la muñeca mientras declara. Me acuerdo y me emociono, porque es muy fuerte todo”, resaltó.
EL SÓTANO: LA VIGA Y LAS TORTURAS
“Lo más fuerte de todo, para mí particularmente, fue el sótano, el lugar donde aplicaban las torturas. Estar ahí… fue donde me quebré”, relató con emoción Acuña. “Uno va acumulando un montón de sensaciones, sentimientos, pero cuando llegué al sótano y vi la famosa viga. Había escuchado en varios testimonios de los detenidos que decían que se chocaban con la viga que estaba a la altura de su frente, y verla ahí es todo muy fuerte”.
“En el sótano, donde recibían a los detenidos y los torturaban cuando entraban, o los bajaban para eso, les sacaban las fotos”, allí, explicó la docente, “me enteré del caso Basterra, un sobreviviente de la dictadura que estuvo detenido casi cuatro años en la Esma y que como se desempeñaba muy bien con el tema de las fotos los militares lo habían puesto a hacer carnets truchos, documentos falsos, pasaportes y demás. Te proyectan a la pared las fotos de los desaparecidos y él cuenta que ya casi al finalizar la dictadura la guardia no era tan estricta, ve que estaban por quemar unos negativos y logra robarse algunos. Cuando los puede revelar, son fotos de detenidos que las habían sacado porque hacían fichaje cada vez que llegaba un detenido. Algunas son fotos luego de las torturas”.
Cuando Basterra recuperó su libertad, explicó Carolina, “con esos negativos puede declarar en el juicio y ayudó a que un montón de personas que pasaron por ese centro clandestino pudieran identificar a sus torturadores y a los militares que los secuestraron”.
JUVENTUDES Y ESPERANZAS
“Me encantó ver muchos grupos de estudiantes, adolescentes, que llegaban a visitar el lugar, eso me conmovió, me puso feliz, me dio esperanzas”, señaló la docente y agregó: “Hablaba con unas compañeras y les decía, quiero traer a todos mis alumnos acá para que vean y sientan, porque uno estando ahí vivencia otras cosas. Fue muy movilizante y me parece que es una visita que todos debemos hacer alguna vez en nuestra vida”.
“Fue muy fuerte. Hay que ir, hay que ir, no hay que dejar de ir. Es un lugar que, más allá que uno sabe todo el horror y todo lo que hicieron estos tipos, estar ahí es vivirlo y sentirlo de otra manera y me parece que ayuda a tomar mucha conciencia de que Nunca Más puede volver a pasar, y más en los tiempos que corren hoy, donde hay tantos discursos de odio, negacionistas y avanzada de la derecha con sus discursos tan livianos”, reflexionó Acuña.
En el congreso, “había distintos paneles, yo me fui al de cómo enseñar el Nunca Más en las escuelas y tuve la posibilidad de estar con Victoria Montenegro, nieta recuperada, me di el gusto y el placer de abrazarla muy fuerte después de todo lo que había vivido. Pensar en sus padres, su madre, y todo lo que esas personas han sufrido, que les ha costado la vida por tratar de dejarnos un mundo un poco más justo e igualitario”, concluyó la Secretaria de Mujer e Igualdad de Género de la Agmer Paraná.
Dejá tu comentario sobre esta nota