Un milenio después de inventado en la China en los inicios de la era corriente, los mismos chinos y los japoneses vieron la necesidad de reciclar el papel. Hoy en día el reciclado se ha vuelto fundamental para limitar la contaminación; cuando tiramos un objeto usado de cartón como cosa sin valor, en realidad estamos tirando lo que en algún momento fue un árbol.
Hace algunos años, la instalación de una planta de pulpa de celulosa en Fray Bentos, junto al río Uruguay, provocó una masiva protesta de orientales y argentinos que puso de relieve la necesidad de limitar la contaminación y preservar los cursos de agua.
La industria del papel impacta en los bosque nativos porque los reemplaza con plantaciones de pinos y eucaliptos y degradan el medio ambiente esparciendo contaminantes sólidos, líquidos y gaseosos.
Desde hace dos o tres décadas, los países europeos han establecido normas que han hecho que algunas empresas papeleras vieran conveniente trasladar sus plantas a Sudamérica, donde los gobiernos son más comprensivos, necesitan inversiones y llegado el caso, saben filosóficamente -aunque no desinteresadamente- no hacer y dejar hacer.
Allá lejos y hace tiempo
El reciclado del papel habría comenzado alrededor del año 1000 en el Lejano Oriente, en el Japón o en la misma China donde lo inventaron.
El papel reciclado permite prolongar la vida de un material muy valioso, cuya fabricación implica destruir árboles, ya que se obtiene a partir de la celulosa de la madera.
El reciclado comienza con la fabricación de pasta de celulosa a partir de la madera. Seguramente la escasez de bosques hizo que los japoneses de hace un milenio machacaran el papel para conseguir otra vez pulpa de celulosa y generar papel reciclado de color gris, porque se partía de hojas escritas con tinta negra.
En Europa y Estados Unidos
El proceso industrial de reciclado de papel comenzó en 1690 en Filadelfia, Estados Unidos, más o menos al mismo tiempo que en Inglaterra. En 1800 el inglés Matthias Koops patentó un procedimiento para extraer la tinta del papel y convertir este papel "blanqueado". Ya no hubo límites para conseguir papel de alta calidad a partir de papel usado.
Aunque se pueda pensar que es posible reciclar todo tipo de papel, no es así. Esto se debe a que lo que realmente se recicla es la celulosa, principal material que conforma el papel y no todo está compuesto por ella. Entre los papeles que se pueden reciclar están los periódicos y revistas, las cajas y cartones, los folletos, el papel escrito y las fotocopias. No se debe reciclar al papel sanitario, el de fax ni el encerado con parafina.
El papel reciclado salva la vida de bosques enteros —para conseguir una tonelada de pasta de papel es necesario talar 17 árboles, cada uno de los cuales tardaría en crecer 20 años. El reciclado no contamina el medio ambiente y ahorra energía.
Los comienzos
El vocablo papyrus, en latín, alude a la planta egipcia Cyperus papirus, de la familia de las Ciperáceas, cuyas hojas sirvieron como soporte de escritura a los egipcios, griegos y romanos entre el 3000 a C y el siglo V d.C.
En el año 105 d.C., T´sai Lun, un empleado del emperador chino Ho Ti, fabricó por primera vez un papel, a partir de una pasta vegetal a base de fibras de caña de bambú, morera y otras plantas, dando origen al papel que conocemos hoy.
Durante 500 años la técnica de la elaboración del papel perteneció sólo a los chinos, quienes la guardaron celosamente durante ese largo período. Los artículos en cuya fabricación se emplea el papel como materia prima forman parte de la mayoría de los ambientes cotidianos del ser humano; aportan funcionalidad, comodidad, orden, higiene y protección de los productos.
No lo tire, puede servir
Cajas de cartón para embalajes; bandejas para el transporte de artículos frágiles como huevos y frutas; bienes para el estudiante, como cuadernos, blocks y agendas, y papeles para oficinas, constituyen un largo listado que da cuenta cabal de la importancia de cada uno de estos artículos de uso habitual.
En su fabricación se emplea exclusivamente papel usado: periódicos, revistas, papeles de oficina, impresos, cuyo único destino sería su eliminación por incineración en vertederos.
Las características distintivas del papel 100% reciclado y ecológico es su color blanco natural, garantía de un proceso limpio de fabricación en el que no se han usado agentes químicos blanqueantes, especialmente nocivos para el medio ambiente. El papel reciclado fue dado a conocer en la década de los años 60 por diversos grupos ecologistas pero su utilización no fue significativa. Es sobre todo a partir de las décadas de los 80 y los 90 cuando se empieza a dar importancia al tema.
El principio del reciclaje se basa fundamentalmente en aprovechar lo más posible los recursos disponibles y en reciclar todos los desechos que se generan. Viendo cómo están los vertederos en la actualidad se puede concluir que algo está fallando. No es sensato talar millones de árboles para fabricar papel y después tirarlo a la basura en lugar de aprovecharlo para fabricar otra vez papel.
Los adelantos y la sed de cultura hicieron que el papel escrito se convirtiera en el vehículo de comunicación por excelencia, lo cual ha llevado un aumento espectacular de consumo o, lo que es lo mismo, de la tala de bosques enteros para soportar esa demanda.
La cultura ensucia
Pero este aumento del consumo ha traído a su vez otro problema: se generan nuevos desperdicios que contaminan la naturaleza.
Parte de estos problemas de deforestación y contaminación medioambiental se pueden solucionar utilizando papel reciclado fabricado bajo normas estrictas que hagan que en su proceso de transformación no se empleen agentes químicos agresivos, sobre todo el cloro.
El reciclaje es la única forma sacar provecho a los desperdicios, que no son basura porque los tiremos sino que son bosques. Entonces habremos comprendido el sentido ecológico del consumo de papel.
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